Niños acuden a clases en calles y banquetas de Lomas del Mirador

"¿Y la escuela mamá?"

La Secretaría de Educación Pública parece no tener control ni enterarse de lo que ocurre en el municipio de Tlajomulco, pues en lo que se puede calificar como un hecho sorprendentemente absurdo, ilógico, incluso indignante, resulta que ante la falta de lugares en escuelas de Chulavista, algunos alumnos fueron enviados a la “primaria” del fraccionamiento Lomas del Mirador, donde supuestamente habría lugar para ellos.

Y sí, lugar parece haber mucho, pero en la calle, porque los padres de familia nunca encontraron la supuesta institución educativa a la que fueron enviados sus hijos, que a pesar de contar con una clave de registro, resultó ser una “escuela fantasma”, sin aulas, sin maestros y sin un lugar destinado para la construcción de la misma.

Por Víctor Hugo Ornelas

Se trata de alrededor de 180 infantes que fueron enviados a esta escuela, que al parecer, sólo existe en los registros de la SEP, mientras los niños tampoco existen como alumnos y de seguir en la situación en la que actualmente se encuentran, perderían este año escolar, situación que algunos de ellos ya padecieron en el ciclo anterior, es decir, para algunos, sería ya el segundo año perdido por la falta de un plantel educativo.

La preocupación de los padres de estos pequeños generó la reacción, pero no de autoridades municipales, ni de académicos o autoridades educativas, sino de los propios vecinos del fraccionamiento, que apoyados entre ellos han creado una escuela comunitaria, en donde los pequeños reciben clases, que son impartidas por alumnos del CECYTEJ de Chulavista, como parte de su servicio comunitario.

La escuela comunitaria

Su pizarrón es un pliego de papel imprenta que tienen que cambiar todas las mañanas, las aulas de tercero, cuarto, quinto y sexto grado se encuentran distribuidas en algunas cocheras de las casas; además, los de quinto año, tienen que tomar sus clases junto a los cables del vecino, que ante la falta de un contrato se “cuelga” para poder contar con energía eléctrica, aparte, algunas bolsas de basura y una que otra lata de cerveza los acompañan mientras de una persona que apenas les dobla la edad los instruye.

Las condiciones a la hora del recreo no son mejores que las clases, la cooperativa de la escuela está montada sobre una mesa, un par de sillas, una lona y una tabla, el patio de juegos es lo largo y ancho de la calle Cerro San Valentín, sólo hay un baño para todos los niños, además para poder utilizarlo, tienen que acarrear agua y la dirección de la escuela es un escritorio con lápices y una bandera nacional, esta es la realidad de la escuela de Lomas del Mirador, fraccionamiento que en su mayoría ya fue recibido por el ayuntamiento, pero al parecer se olvidaron de un pequeño detalle, que en este no se cuenta con un edificio, o tan siquiera, un área destinada para una escuela, que por la dimensión del mismo conjunto habitacional, debería haberse considerado casi como un requisito a la hora de su autorización.

Cabe destacar que el material con el que se trabaja en la enseñanza de estos estudiantes sí se apega a la normatividad establecida a la nueva reforma educativa de la SEP, esto gracias a que el director de la escuela Fco. Martín del Campo de Chulavista, se los ha facilitado (programas y guías de estudio), buscando así, poder fundamentar la validez de la educación que están recibiendo los niños, que por su parte, para recibir sus clase de la manera más cómoda posible, tienen que llevar sus propias sillas, bancos y mesas.

La situación de esta “escuela” es complicada y lamentable, porque el derecho la educación es algo a lo que cualquier niño debe tener acceso, sin embargo, en este caso, lo establecido en nuestra Constitución Mexicana, que irónicamente enseñan en las escuelas - no se cumple, mientras que los menos culpables de las irresponsabilidades y errores de los adultos, al menos en este caso, no tienen acceso a una escuela, a una educación digna y a la formación académica que por ley, les corresponde.