sábado, 28 de enero de 2012

El lado obscuro del ayuntamiento (Parte 2)




Mas esta no es la única situación irregular que ocurre dentro de la oficina de reglamentos, ya que durante 2011, según lo demuestran los formatos de pago del personal solicitados por la misma dirección, se incluyeron a personas ajenas a la misma, entre ellos a Martina Pérez Tejeda, Genoveva López Mora y Elvira Martínez Ponce, las tres empleadas de la oficina de registro civil con los número de empelado: 23, 2026 y 6564, cabe hacer mención, que  Elvira Martínez, sostiene un parentesco con el entonces director de la dependencia, Pedro Martínez, viéndose favorecida, al igual que las otras dos mencionadas, con un pago extra a su sueldo por cada evento en el que fueron registradas, aunque no se hayan presentado y mucho menos cuenten con facultades o conocimiento para fungir como inspector.

Por Víctor Hugo Ornelas

Cabe señalar, que dicho pago no corre a cargo de las cuentas municipales, pero sí es un pago que ejerce el contribuyente para cada uno de los inspectores que se requiere para realizar algún evento privado o masivo, principalmente (que deben estár capacitados y contar con atribuciones para llevar a cabo esta labor) y no para darle un ingreso extra a familiares o amigos del director de una dependencia.
               
La mala imagen

El pasado martes alrededor de las 3:40 de la tarde en una de las gasolineras conocidas cómo las cuatas, se encontraba un vehículo oficial del ayuntamiento, asignado al instituto de cultura recreación y deporte.  Además, se podían apreciar cinco personas, algunas de ellas ingiriendo bebidas embriagantes  en vía pública, aparte uno de los sujetos, que aparentemente no se encontraba bebiendo, fue identificado como trabajador del instituto, de los demás, se argumentó que se trataba de personal ajeno al ayuntamiento, quienes se encargarían del rodaje de una película.

Lo más lamentable es que los sujetos fueron señalados por haber acosado verbalmente a una jovencita de 15 años y a una mujer embarazada que salían de una tienda de autoservicio ubicada en el lugar, quienes se llevaron la mala impresión de que los cinco hombres pertenecían al ayuntamiento, pues quién iba a cargo del vehículo y el grupo, no se preocupó en ningún momento por mantener una postura institucional.

¿Quién los protege?
  
Indudablemente, estos casos son un mínimo ejemplo en comparación con todos los que se presentan en el ayuntamiento de Tlajomulco, la pregunta que surge al respecto es ¿Quién o quiénes protegen a estos funcionarios? Porque una cosa es clara, los casos son evidentes, las denuncias ciudadanas numerosas y los señalamientos reales, mas las acciones que emprende la administración dejan mucho que desear y ponen en duda, si ante estos casos se antepone el interés político o el bienestar de los ciudadanos y del Municipio.

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