Mas esta no es la única
situación irregular que ocurre dentro de la oficina de reglamentos, ya que
durante 2011, según lo demuestran los formatos de pago del personal solicitados
por la misma dirección, se incluyeron a personas ajenas a la misma, entre ellos
a Martina Pérez Tejeda, Genoveva López Mora y Elvira Martínez Ponce, las tres
empleadas de la oficina de registro civil con los número de empelado: 23, 2026
y 6564, cabe hacer mención, que Elvira
Martínez, sostiene un parentesco con el entonces director de la dependencia,
Pedro Martínez, viéndose favorecida, al igual que las otras dos mencionadas,
con un pago extra a su sueldo por cada evento en el que fueron registradas,
aunque no se hayan presentado y mucho menos cuenten con facultades o
conocimiento para fungir como inspector.
Por Víctor Hugo Ornelas
Cabe señalar, que dicho
pago no corre a cargo de las cuentas municipales, pero sí es un pago que ejerce
el contribuyente para cada uno de los inspectores que se requiere para realizar
algún evento privado o masivo, principalmente (que deben estár capacitados y
contar con atribuciones para llevar a cabo esta labor) y no para darle un
ingreso extra a familiares o amigos del director de una dependencia.
El pasado martes
alrededor de las 3:40 de la tarde en una de las gasolineras conocidas cómo las
cuatas, se encontraba un vehículo oficial del ayuntamiento, asignado al
instituto de cultura recreación y deporte.
Además, se podían apreciar cinco personas, algunas de ellas ingiriendo
bebidas embriagantes en vía pública,
aparte uno de los sujetos, que aparentemente no se encontraba bebiendo, fue
identificado como trabajador del instituto, de los demás, se argumentó que se
trataba de personal ajeno al ayuntamiento, quienes se encargarían del rodaje de
una película.
Lo más lamentable es
que los sujetos fueron señalados por haber acosado verbalmente a una jovencita
de 15 años y a una mujer embarazada que salían de una tienda de autoservicio
ubicada en el lugar, quienes se llevaron la mala impresión de que los cinco
hombres pertenecían al ayuntamiento, pues quién iba a cargo del vehículo y el
grupo, no se preocupó en ningún momento por mantener una postura institucional.
¿Quién los protege?
Indudablemente, estos
casos son un mínimo ejemplo en comparación con todos los que se presentan en el
ayuntamiento de Tlajomulco, la pregunta que surge al respecto es ¿Quién o
quiénes protegen a estos funcionarios? Porque una cosa es clara, los casos son
evidentes, las denuncias ciudadanas numerosas y los señalamientos reales, mas
las acciones que emprende la administración dejan mucho que desear y ponen en
duda, si ante estos casos se antepone el interés político o el bienestar de los
ciudadanos y del Municipio.
Que poca ma gnitud tiene este governante
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