Magna celebración de Reyes Magos en Cajititlán

Tradición centenaria de nuestro pueblo.

La fiesta religiosa más grande en el Municipio de Tlajomulco se realiza en Cajititlán, con la celebración de los Reyes Magos, y en la que visitaron ese lugar, durante el novenario, más de 750 mil personas.

Durante los nueve días de este festejo, sacan del templo las figuras de los Reyes Magos para hacer un recorrido por las calles del pueblo. Pero el día siete de enero, de la iglesia los llevan al malecón, donde en lanchas alegremente decoradas, efectúan un recorrido por la laguna, acompañados por autoridades municipales, eclesiásticas, bandas de música y sus tradicionales guardianes.

Por Jorge López

De la iglesia al malecón y de regreso, la gente se arrodilla y por encima de ellos, pasan las imágenes de los Reyes Magos, a quienes, unos, les piden milagros y otros, agradecen por los favores recibidos.

Tradiciones y costumbres

Durante los días de esta fiesta patronal, se acostumbra que en el interior de la parroquia se retiren las bancas para que la gente entre de rodillas a pagar “mandas”, llegando hasta las figuras para tocar con su rostro sus capas y que los niños también tengan contacto con los Magos.

A la festividad de Los Reyes, el año pasado acudieron medio millón de visitantes, cifra importante que, en esta ocasión, se superó. Ahora se cuenta con mejor infraestructura debido a que Cajititlán tiene un malecón con iluminación, playa, andadores, servicios, puestos de comida y baños públicos.

Como cada año, se llevaron a cabo diferentes actividades, como mañanitas a los Reyes, peregrinaciones, serenatas en la plaza, música en vivo por las tardes y quema de castillos por las noches.

Un poco de historia

Esta celebración tiene sus orígenes hace casi cinco siglos, dijo José Luis Rodríguez Robles, cronista municipal, quien explicó que “Antiguamente en la población de Cajititlán, al cumplirse la primera semana del año, hacían una fiesta para tener contenta a una deidad, que supuestamente habitaba en el fondo de la laguna y llevaba el nombre de Machis, adornaban su canoas y le arrojaban ofrendas, a cambio de un buen temporal y mejor pesca durante el año”.

Un 6 de enero de 1587 –prosiguió el cronista- Fray Alonso Ponce, quien era comisario de la orden franciscana, vino a supervisar las obras de evangelización a lo que hoy es Tlajomulco, y se encontró que en el atrio del templo del hospital había una pastorela, observó cómo los Reyes Magos fueron guiados por una estrella de oropel que era jalada por unos lacillos que tenían los naturales sobre unas torres hechas de Madera.

Entonces -añade el cronista- él quedó tan emocionado que mandó que se tallaran las figuras de los Reyes Magos, en madera de mezquite. La iglesia de Cajititlán se empezó a construir en 1634 y los franciscanos vieron que ellos tenían esa costumbre –fiesta a Machis- en el mes de enero, que casi coincide con la fiesta de los Reyes Magos.

Por ello es que llevaron las figuras y consagraron la iglesia de Cajititlán a los Reyes Magos, pero los naturales tomaron su decisión y sigueron la tradición de adornar sus canoas el día siete, ahora lo hacen pero con las figuras de los Reyes Magos, que es una evocación de lo que hacían con Machin.

Intentaron cambiarlos

“El 7 de enero de 1905 –narra el cronista- después de efectuado su recorrido en la laguna de Cajititlán, las figuras de los Reyes Magos regresaron a ser colocados en la parroquia, pero accidentalmente se cayó un vela que provocó un incendio y dañó las figuras”.

El padre Tiburcio Lozano, quien tenía tiempo deseando cambiar las imágenes, aprovechó para sustituirlas e informó que las había mandado a restaurar, pero en realidad las escondió”, comenta José Luis Rodríguez.

“El 5 de noviembre de 1932 apareció un gran hormiguero en la sacristía del templo, por lo que el padre Rosario Gutiérrez contrató un albañil para escarbar y terminar con las hormigas, pues no se morían con veneno; al ir excavando, gran sorpresa se llevó al encontrar las figuras originales de los Reyes Magos. La adoración de los Reyes Magos sigue creciendo porque son muy milagrosos”, finalizó el cronista Luis Rodríguez.