Autorizaron cambio de uso de suelo a cambio de predio

Por Mario G. León

La Universidad Politécnica de Jalisco fue construida en el terreno en cuestión

José Antonio Tatengo Ureña, Juan Carlos Montalvo Mejía, Armando Álvarez Chávez y Jorge Munguía Castellanos, se comprometieron a “dar impulso y a apoyar el trámite ingresado (cambio de uso de suelo en Lomas de Tejeda de densidad H3 a H4) en la Dirección de Planeación y Desarrollo Urbano a efecto de que se realicen todos los trámites tendientes a la aprobación de la solicitud en la próxima actualización de los instrumentos de Planeación Urbana Municipal”.

Esto a cambio de “la donación de un terreno (…) que será destinado para que la Universidad Politécnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara, construya las instalaciones necesarias requeridas para su actividad docente”.

Lo antes mencionado consta en un Convenio firmado por los cuatro “servidores públicos”, tal como se hacen llamar en el mismo documento, además de los dueños del terreno y solicitantes del cambio de uso de suelo, del cual tenemos copia en nuestro poder.

Cabe mencionar que dicho acuerdo está sujeto a la modificación del Programa Municipal de Desarrollo Urbano y sus planes parciales, que no lograron ser aprobados en la pasada administración, a pesar de ello, sí fue construido el fraccionamiento con densidad H4 en Lomas de Tejeda y la universidad también construyó sus instalaciones.

Las implicaciones legales en las que pudieran incurrir los ex funcionarios antes mencionados aún están en análisis por las autoridades municipales, por lo que se desconoce hasta el momento si podrían ser sancionados por dicho acuerdo.

También se comprometieron a que la avenida de ingreso al complejo educativo, que tendría 4 carriles con camellón central y servicios de agua, alumbrado y drenaje, se le denominara con el nombre del “donante” del terreno.

Acuerdos como estos son los que contribuyen al desorden urbano existente en nuestro municipio, pues la autorización de un fraccionamiento de alta densidad población no está sujeta a su factibilidad, sino a un intercambio ajeno a la planeación urbana.

También demuestran que el fin no justifica los medios y que los “servidores públicos” no deberían condicionar la autorización de algún trámite a donaciones, dado que existen reglamentaciones que estipulan los requisitos a los cuales se deben apegar los dictámenes de uso de suelo.