El segundo embate de la naturaleza en la misma semana sobre Tlajomulco de Zúñiga |
En una sola semana, Tlajomulco de Zúñiga ha sido golpeado por dos desastres naturales. La primera el deslave en San Miguel Cuyutlán, la segunda en Hacienda de los Eucaliptos que dejó varias casas bajo el agua y daños a las pertenencias de los habitantes.
Por Mario G. León
Apenas pasada la media noche del miércoles 29 de junio, empezaron a caer las primeras gotas de lluvia, sin que los moradores de la etapa tres y cuatro del fraccionamiento Eucaliptos en la cabecera municipal se imaginaran lo que vivirían en las próximas horas.
“Parecía que se iba a caer el cielo, lo bueno es que estábamos despiertos cuando se empezó a meter el agua”
Nos comentó Ismael, quien junto con su esposa trataron de poner a salvo lo más que pudieron y continuó diciendo.
“Empezó a salir por el baño y tratamos de taparle para no inundarnos, pero cuando vimos que se empezó a meter de la calle, mejor nos salimos, no sabíamos hasta dónde iba a subir el agua y queríamos poner a la niña a salvo”
Hasta un metro el nivel de agua en las calles |
Ellos se refugiaron en una casa vecina a dos cuadras de ahí mientras pasaba la tormenta, situación que vivieron varias familias, en donde al menos 100 viviendas quedaron bajo el nivel de agua, algunas con más de 30 centímetros en el interior. Por las calles la situación estaba aún peor, pues por momentos el nivel del agua casi alcanzó el metro de altura, dañando varios vehículos.
El apoyo de protección civil tardó en llegar, pues fue la primer noche que el personal había suspendido las labores de San Miguel. A la una de la madrugada del jueves, el agua ya había hecho los estragos y en pocos minutos, el personal que había quedado en guardia en protección civil se presentó, sólo para percatarse que poco podían hacer dada la dimensión de los daños. A las cuatro de la mañana ya estaba todo el personal de bomberos con equipos de bombeo para acelerar el proceso de desalojo de las aguas.
“A las cuatro de la mañana ya empezó a bajarse el agua y nos regresamos a la casa”, nos comentó Ismael, sin embargo la cantidad de lodo tanto en las calles como en el interior de su vivienda dificultaban los trabajos de limpieza.
La preocupación de los vecinos no se hizo esperar, pues desde hace varios meses el suministro de agua potable ha sido muy deficiente, dejando por varias semanas a los habitantes del lugar sin una sola gota en los tinacos, sin lograr respuesta definitiva de los ingenieros responsables de la obra, ni el apoyo del ayuntamiento para obligarlos a que resolvieran la problemática.
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