jueves, 13 de diciembre de 2012

Se hacen bolas para checar


Ahora que los funcionarios de Tlajomulco de Zúñiga deben de comprobar su hora de entrada y salida por medio del famoso checado de tarjeta, las mañanas se convierten en un caos cuando los cientos de empleados deben de realizar dicha acción en un mismo punto.

Y es que en todo el edificio administrativo solamente se cuenta con un reloj checador, por lo que la masa de servidores públicos se aglomera, primero, para localizar su tarjeta, y después, para poder marcarla con su horario de entrada.
Por Víctor Hugo Ornelas


Con la postal que ofrecen los funcionarios en el primer piso del centro Administrativo Tlajomulco (CAT) se exhibe la falta de organización y planeación, en este caso de la Oficialía Mayor Administrativa.

Cabe señalar, que el sistema de checado que maneja el ayuntamiento se presta al mal uso por parte de los funcionarios, pues algunos acostumbran hacerle el favor a su compañero y marcar su tarjeta, pues no hay control alguno de esta actividad.

Por otro lado, la tecnología que presumieron tener con la apertura del CAT, no ha podido ser utilizada, pues se habilitaron en las puertas de acceso a las oficinas de cada piso unos dispositivos digitales de lectura de huella dactilar.

Con ese sistema, cada funcionario podría checar digitalmente su horario de entrada y salida, pues su nombre y puesto estarían almacenados en una base de datos que los identificaría con la lectura de la impresión que deja su pulgar.

Para agregar el dato chusco a lo mencionado, el reloj checador de los funcionarios se encuentra en el primer piso y a unos cuantos metros del lugar asignado para que los presos liberados bajo las reservas de ley, acudan a firmar los días lunes, por lo que no es extraño ver a un ex convicto formado entre los servidores públicos que se disponen a marcar su hora de entrada.

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