miércoles, 22 de diciembre de 2010

Gavilanes, cuento que no acaba

Denunciaron un evento de primaria, mientras operan empresas y salones de eventos

Por Víctor Hugo Ornelas



El martes 14 de diciembre se llevó a cabo un ensayo de alumnos del colegio Tomas Jefferson, dentro del número 181-A del fraccionamiento Gavilanes Oriente, sin embargo tras un reporte ciudadano el salón de eventos fue clausurado.
El motivo de la clausura fue debido a que esta terraza familiar no contaba con licencia para el evento, situación que desconcertó al propietario de la finca, pues mostró una supuesta anuencia de la asociación de colonos, en donde le permiten realizar eventos bajo la condicionante de no tramitar una licencia municipal, lo último para evitar que el salón sea utilizado como negocio.

En la misma visita, fue clausurado un terreno sobre la misma calle Aldama, ya que fue utilizado como estacionamiento durante la presentación de los niños del colegio. La denuncia al parecer fue hecha de manera anónima y atendida por la dirección de inspección y reglamentos, quienes cumplieron al realizar la visita y consecuentemente con la clausura.
El dueño de la terraza aseguró utilizar el inmueble para eventos familiares, en esta ocasión prestándolo al colegio en el cual estudian sus hijos para llevar a cabo el evento de fin de año. En cuanto a la versión de la asociación civil, ellos argumentan que el documento que posee el propietario de Aldama 181-A, no es una carta de anuencia y se trata solamente de un reglamento que determina las reglas a seguir para realizar una fiesta particula, cuando se es condominio. El fraccionamiento Gavilanes Oriente se ha caracterizado por este tipo de situaciones, recientemente fue clausurada una mueblería y posterior a ello un coto que violaba el uso de suelo.
Aunado a ello, en el lugar operan diversos giros comerciales e industriales, negocios que no han sido clausurados, a pesar de que estos sí persiguen fines de lucro, según lo manifestó el afectado.
Entre los lugares señalados se encuentran cuatro salones de eventos, tres de ellos sobre la misma calle Aldama, esto en los numeros 34, 40 y 119, además de otro ubicado en la esquina de la calle Morelos y La Soledad.
A decir de integrantes de la asociación, es difícil comunicarse con las autoridades municipales en horario fuera de oficina, es decir, cuando estos se encuentran de guardia, por ello las acciones con los negocios antes mencionados, no han ocurrido.

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