jueves, 17 de mayo de 2012

Riesgoso camino a La Fortuna


A oscuras caminan los habitantes por la avenida principal

Este fraccionamiento cuenta con un tramo de casi medio kilómetro que va desde la entrada hasta las casas, en el que sólo se cuentan con alrededor de 100 metros de banqueta, porque actualmente se encuentra abierto un carril de la avenida, teniendo como divisor un canal de aguas pluviales.

Por ello tienen que usar sólo una de las banquetas, que se trata en mayor parte de un camino de tierra, por lo que personas con capacidades diferentes o madres que lleven a sus hijos en carriola tienen que bajar al arroyo vehicular para poder circular. Y a pesar de que en toda la vía hay alumbrado público, no siempre se encuentra encendido.

Por Ángel Barajas

“Hay veces que duran hasta una semana apagadas las lámparas, y de todos modos tenemos que pasar por aquí”, refirió una de las habitantes del conjunto habitacional, agregando que “Tenemos que caminar por la calle, más adelante que no hay banquetas, arriesgándole, porque pasan los camiones bien rápido y también lo tienen que hacer los niños van a la escuela”


Declaran que también son comunes los ataques de malvivientes por la noche, en su mayoría con la intención de robo, debido a que a los lados de dicha vía actualmente sólo existen terrenos baldíos y los rondines de seguridad pública, al parecer no son muy comunes.

Otro problema es la distancia, por lo que un grupo de personas ha optado por ofrecer el servicio de traslado en automóviles particulares y usan el pequeño retorno de la entrada como terminal. En el lugar era posible encontrar servicio también de un par de mototaxis, pero estos ya no se encuentran dentro del fraccionamiento.

En cuanto al transporte público, sólo dos líneas de camiones han incluido el fraccionamiento como parada, sólo que el tiempo de la vuelta varía entre los 20 y los 30 minutos, siendo aún más lo que duran en pasar en las mañanas, “Cuando la gente se va a trabajar en la madrugada se tienen que ir caminando, porque es bien raro [sic] que pase un camión”, finalizó diciendo otra de las residentes del fraccionamiento La Fortuna.

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