Una serie de casos de bullying detectados en las últimas semanas, prenden los focos rojos en la escuela secundaria José Pablo Moncayo de la zona valle, donde las madres señalan al Director y algunos Maestros del plantel por su pasividad ante una situación que ellas consideran apremiante.
De acuerdo a las declaraciones de las madres, niños y niñas, por igual, son objeto de abusos por parte de compañeros de clase, tanto dentro como fuera del plantel, sin que los docentes intervengan.
Por Víctor Hugo Ornelas
Los casos van desde las amenazas y el hostigamiento, a cabello rapado y huesos rotos, situaciones que en su mayoría ocurren dentro de la escuela, pero es también fuera del mismo donde comerciantes, padres de familia o vecinos, han tenido que intervenir para detener acciones violentas entre los alumnos.
Fátima lleva casi dos semanas sin asistir a la escuela, el motivo es su clavícula rota, lesión que sufrió dentro de una de las aulas del plantel educativo, “Me agaché a recoger una basura y me caí”, mencionó la menor.
Sin embargo, la declaración de Fátima es la versión corta, la cual intentó sostener durante un par de días hasta que la insistencia de su madre logró que la estudiante le platicara lo sucedido, “Le estuve preguntando y ella decía que se había caído hasta que me dijo la verdad”, mencionó la madre de Fátima.
La menor era constantemente asediada por un grupo de compañeras de clase, “Un día me empezaron a molestar, me gritaban cosas o me empujaban al pasar, pero yo no hacía caso”, pero el momento más grave se dio en el salón de cómputo, “Una de ellas me empezó a aventar ligas en la cara, yo ya no aguanté y me quise defender, pero me aventó y cuando me caí me pegué y me dolió mucho cerca del hombro”, mencionó Fátima, mientras que con respecto a no contar lo ocurrido desde un principio, argumentó que fue por miedo a que las niñas que la molestan le hicieran algo.
El golpe le ocasionó a Fátima la fractura de clavícula, por lo que su mamá decidió buscar apoyo del Director del plantel, “Le dije que mi hija no se había caído, que una niña me la había tirado y él me respondió que en ese caso ya no se podía hacer nada, porque ya habían pasado dos días”, mencionó la madre de la estudiante lastimada.
La lesión de Fátima no ha mostrado mejorías y según se lo dijo su Médico en la última consulta, podría ser sometida a una cirugía.
Otra de las madres preocupadas por las situaciones que ocurren con alumnos de la secundaria, narró el acoso y las amenazas que recibe su hija que cursa el segundo grado, “Me la amenazan, le dicen que la van a golpear, la avientan con el hombro, ya lo que me preocupó mucho es que le mandaron mensajes en su face (red social) que la iban a acuchillar”.
Con conocimiento sobre lo anterior, la madre de esta estudiante buscó a uno de los Profesores de su hija, de nombre Hugo y el Prefecto Manuel, pero la respuesta recibida por parte de los docentes desalentó a la preocupada madre, “Me dijeron que mientras no la tocaran que no pasaba nada, que ya tocándola ahora si podían hacer algo, porque esas niñas (que amenazan a Alison) ya tenían antecedentes, incluso tres de ellas ya habían sido suspendidas por situaciones similares”, agregó.
A los casos antes mencionados, se suma el de un niño que el pasado 22 de febrero fue golpeado por un grupo de alumnos a las afueras de la escuela, la respuesta que recibió la madre del menor por parte del Director, fue que lo que ocurriera fuera del plantel ya no era de su incumbencia, mientras que en el caso de Tania, una alumna que fue rapada por varios de sus compañeros de clase, la acción ha sido minimizada por las autoridades escolares, lo que según los alumnos agredidos y sus madres, ha generado que los acosos se incrementen pues, “Se dan cuenta que no les hacen nada y nos siguen molestando”, agregó una de las alumnas.
Los testimonios que dan las madres y los alumnos implicados en el acoso escolar, contrastan con la serie de actividades y programas que la Secretaría de Educación ha implementado para contrarrestar el bullying en las escuelas, por lo que las madres esperan que alguna autoridad educativa intervenga en lo que sucede en la secundaria José Pablo Moncayo, pues algunas de ellas, han considerado sacar a sus hijos de la institución, una vez que no tienen garantizada su integridad física y psicológica.
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