En 2007, el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) inició un proyecto que a la postre se convertiría en el mayor de sus problemas, el Macro Patio de Depósito Vehicular en San Agustín, en territorio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco.
Se trata de 45 hectáreas de un predio ubicado a un costado del fraccionamiento Lomas de San Agustín, en donde actualmente se encuentra un estimado de 15 mil vehículos, todos ellos remitidos por la Secretaría de Movilidad y la Fiscalía General, por motivos relacionados a infracciones viales, decomisos o algún nexo con incidentes legales.
Por Víctor Hugo Ornelas
De acuerdo a datos del IJAS, en el macro patio se llevan a cabo el 95 por ciento de los movimientos de los depósitos vehiculares de la zona metropolitana, el resto en un depósito ubicado en Huentitán el Bajo, aunque de dimensiones mucho menores con capacidad para 1,500 autos.
Y fue precisamente el tema de las dimensiones lo que terminaría por convertir el macro patio en un espacio caótico y falto de control sobre lo que dentro del lugar ocurre, situación que se refleja en las constantes denuncias de ciudadanos sobre el maltrato a su vehículo, el robo de autopartes o episodios como el ocurrido en septiembre de 2012, cuando dentro de uno de los automóviles fue encontrado el cuerpo de un hombre y una menor de 12 años.
Basta dar un recorrido por las inmediaciones del Macro Patio para dar cuenta de que la delimitación de malla perimetral se encuentra violentada en diversos puntos, con huecos que conectan el depósito vehicular con la parte exterior, “Nosotros sospechamos que es por donde hay la fuga de partes (automotrices)”, señaló el titular del IJAS Gabriel González.
Dentro del patio, se puede apreciar que algunas zonas carecen de mantenimiento debido a la maleza que rodea los automóviles y que representa un riesgo de incendio, mientras que los extinguidores destinados a combatir alguna eventualidad, así como la pipa con la que cuenta el depósito, resultan inservibles y las cámaras de seguridad resultan ser de ornato, pues se puede apreciar que no se encuentran siquiera conectadas.
El registro de los vehículos es otro de los problemas que hay en este lugar, donde ni siquiera los propios encargados del macro patio tienen conocimiento del número exacto de automóviles que descansan en su interior, ni el modelo, mucho menos la marca de estos coches, mientras que localizar un vehículo en particular para su liberación, puede resultar toda una odisea.
En lo administrativo la cosa pinta un poco peor, el depósito de San Agustín no tiene registrado en el Ayuntamiento de Tlajomulco un estudio de mecánica de suelos, tampoco de impacto ambiental, carece de licencia de operación y no cuenta con el aval de Protección Civil en cuanto a medidas de seguridad.
El predio pertenece a dos personas quienes rentan al IJAS el lugar, sin embargo, dentro del macro patio corre un cauce de agua pluvial que de acuerdo al artículo 27 de la Constitución, es propiedad federal y debería permitirse su libre paso, mientras que existe otro tema que ya preocupa a la actual dirección, pues en donde se lleva a cabo la compactación de vehículos, se producen líquidos como aceites, ácidos y otros, que afectan los mantos freáticos de la zona.
En cuanto al costo de operación, un estimado de 200 mil pesos de renta mensual es lo que le cuesta al IJAS hacer uso del predio donde se encuentra el macro patio, pero este no es el único gasto que debe hacer, la institución paga alrededor de 2 millones y medio de pesos al año a una empresa de seguridad para que lleve a cabo la vigilancia de los vehículos.
Otro de los gastos fuertes que se derivan del macro patio corresponde al pago de indemnizaciones que se cubren para subsanar las pérdidas de autopartes o daños que reclaman los propietarios de los vehículos y que se certifica que ocurrieron dentro del depósito vehicular, concepto por el cual se paga un aproximado de 120 mil pesos mensuales de acuerdo a datos del IJAS.
Desaparición inminente
Con las irregularidades antes mencionadas y el cambio en la Dirección del Instituto Jalisciense de Asistencia Social, cuyo titular, Gabriel González rindió protesta el mes de marzo de este año, todo indica que el Macro Patio está destinado a desaparecer.
El funcionario se dijo consiente de “la mala imagen” que tiene el IJAS ante la ciudadanía en torno al tema del resguardo de automóviles y adelantó que para finales del mes de septiembre se iniciará la obra de lo que será el nuevo prototipo de depósito vehicular, el cual aun no definen nombre y al momento denominan como “patio modelo”.
El acuerdo de la creación del “patio modelo” corrió a cargo de la Dirección General del IJAS en coordinación con su Junta de Gobierno, que llegaron a dicha resolución debido al “Volumen de robo de partes y lo complejo de la operatividad de un patio de dimensiones como el de San Agustín”, mencionó el titular de IJAS.
Para este proyecto, el Instituto tiene asignado un presupuesto de cuatro millones de pesos que se invertirán en la adecuación de un predio de cuatro hectáreas con ubicación en Huentitán, a un costado del patio que ya se encuentra en esta zona, “Ahí tendremos cámaras de vigilancia, iluminación, un patio resguardado perimetralmente”, señaló Gabriel González.
Dentro del esquema operativo de este patio, que se prevé pueda ser inaugurado en los primeros días del 2014, se pretenden habilitar un software que permita llevar control sobre el inventario de vehículos, así como la ubicación de cada auto y fotos del mismo, en tanto que el sistema de video vigilancia con visión nocturna tendrá transmisión de señales las 24 horas del día vía internet, a fin de que el propietario pueda monitorear las condiciones de su automóvil mientras éste es liberado.
Aminorar el espacio del depósito vehicular y las demás acciones, permitirán al IJAS, de acuerdo a su titular, dar garantía a los usuarios de que el coche le será entregado en las mismas condiciones en las que entró al almacén automotriz “Y sobre todo garantizar la asistencia hacia el usuario de forma amable y amigable, donde realmente transformemos la razón de ser del IJAS”, sentenció.
El patio modelo de Huentitán será el primero de cuatro en la zona metropolitana, cada uno de ellos distribuidos en los municipios de Zapopan, Guadalajara, Tlaquepaque y Tlajomulco, proyecto que podría concretarse en un estimado de dos años, tiempo en que desaparecería el macro patio, que por el momento, ya es sometido a una serie de adecuaciones a nivel operativo y administrativo, para contrarrestar los problemas que se generan dentro del depósito, incluso, el titular del IJAS aseguró que en el mes de julio lograron reducir las reclamaciones y pagos de indemnización casi en 50 por ciento en relación al segundo semestre de 2012.
Depósitos vehiculares la mayor fuente de ingresos
Operar y administrar el resguardo vehicular en el Estado le brinda al IJAS cerca de 90 millones de pesos al año, lo que equivale a más del 50 por ciento de su presupuesto anual, el cual se destina en su totalidad a la asistencia social, según lo explicó su titular.
60 millones de pesos son recaudados por concepto de pensión vehicular, cuyo costo es de 57 pesos al día por automóvil y 71 pesos por camioneta, en tanto que 28 millones se reciben por el remate de vehículos.
Y es que después de 180 días dentro del depósito, los vehículos pueden ser embargados por el IJAS y estos asignados a una de tres opciones posibles: el remate vía subasta, la compactación del auto o la entrega en comodato a asociaciones civiles como vehículo de servicio.
Cabe hacer mención que la compactación es otra de las fuentes de ingreso que giran en torno a los depósitos de vehículos, “Actualmente nos están pagando 3 pesos con 55 centavos el kilo”, agregó Gabriel González, lo que en suma estiman que podrá dar un total de 8 millones de pesos por este concepto en el año.
El depósito vehicular puede ser tan redituable que algunas empresas de servicio de grúa han habilitado sus propios corralones y no solo eso, sino que han convertido en una mafia esta práctica, “Haz de cuenta que si hay un accidente, a nosotros nos dicen que nos dan 200 pesos por avisarle a cierta empresa de grúas”, señaló un empleado del Ministerio Público en Tlajomulco.
Situación similar mencionó un elemento de Seguridad Pública, “Si hay choque y no se arreglan los involucrados y hay que hablarle a la grúa, hay quienes te dicen que te dan una lana si les pasa a ellos el servicio y ya se llevan los carros”, comentó el oficial.
Pero estos coches no llegan al deposito vehicular del IJAS, sino que son remolcados a corralones privados, situación que el titilar del Instituto señaló como “Una actividad irregular, podemos decir que es secuestro de vehículo, porque la facultad del resguardo es del Estado”.
Otra de las actividades que suelen ser recurrentes es que los operadores de grúas al remolcar un vehículo no lo llevan de inmediato al depósito, sino que se esperan a que haya una nueva solicitud de servicio para entonces en una sola vuelta trasladar dos o tres autos en un mismo viaje con el respectivo cobro de manera individual, que en el caso de traslado al depósito de San Agustín, ronda en los mil 300 pesos.
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