Solicitan cambio de representante

Por cuestinoes monetarias, políticas y vecinales, siguen los conflictos

Desde hace poco más de un año, el fraccionamiento La Noria ha tenido un nuevo presidente vecinal, su nombre, Sergio Martínez Vadillo, que ya en dos ocasiones han tratado de sustituir por inconformidades de los vecinos, pues según comentan, ha utilizado su cargo en beneficio propio.

Una de las razones fue que durante las campañas políticas, todo apoyo o promoción de obras en el fraccionamiento se enfocó por el gusto por un candidato en específico, acciones que no fueron bien vistas por los vecinos, por lo que pidieron su destitución como presidente de colonos en la dirección de participación ciudadana del ayuntamiento, aunque de esta dependencia sólo recibieron como respuesta un aplazamiento, ya que por la época electoral sería difícil haber realizado proceso. Al momento, después de más de dos meses, la dependencia no ha realizado ninguna intervención al respecto.

Por Ángel Barajas

Otra de las inconformidades por las que fue señalado Martínez Vadillo, fue porque, aparentemente, renta el salón de usos múltiples del fraccionamiento, que si bien es propiedad municipal, él alega tener una carta poder sobre el inmueble, o por lo menos, eso le argumentó a Fabián Martínez, propietario de un negocio de suplementos naturales que se estableció desde el pasado mes de enero en el salón y al que le ha cobrado una “aportación” mensual por su estancia.

Según declaraciones de Fabián Martínez, cada semana le cobra cien pesos o un poco más, de acuerdo a la afluencia de clientes que tenga, sistema similar que aplica el representante de colonos, al parecer, con la instructora de zumba, con la que comparte el salón el antes mencionado. Supuestamente, el dinero obtenido se invertiría en el mantenimiento del edificio, aunque esto no ha sucedido, puesto la pintura se comienza a ver desgastada y el pasto se observa con un nivel alto, mientras que los inquilinos son quienes se encargan de la limpieza y la poda del espacio que utilizan.

A pesar de esto, parte de los residentes de La Noria no tiene conocimiento de dichos conflictos, tampoco de la existencia de la mesa directiva o de quiénes son sus integrantes. Si bien es parte de las atribuciones de la dependencia de participación ciudadana mantener las mesas directivas en orden, también es responsabilidad de la ciudadanía conocer a sus servidores públicos, así como exigir cuentas y resultados, ya que deberán ser ellos los principales beneficiados de que existan dichas organizaciones.