El cultivo
de rosas implica un largo proceso y requiere de cuidados especiales, pero esta
actividad, así como el comercio de estas flores, se concentra en nuestro Municipio, específicamente en la delegación de San Sebastián el Grande.
Jesús Alejandro Orozco es un floricultor del
Rancho San Antonio, situado a un costado de la carretera Tlajomulco-San Sebastián,
con 17 años de experiencia en esta práctica, en entrevista para este medio, explicó el trabajo que implica el cultivo de rosas,
“El proceso de siembra normalmente lo
comenzamos en el mes de noviembre, para que en el mes de marzo el patrón o
silvestre que fueron sembrados, comiencen a florear, (en primavera) y tardamos
dos semanas en hacerlo, el crecimiento de los patrones tarda aproximadamente cuatro
meses para que se convierta en rosal”.
Por Noemí Figueroa
La elección de
la tierra en la que se realiza el cultivo resulta un tema interesante, ya que
deben pasar cerca de cinco años para volver a cultivar rosas en el mismo
espacio, “Primero tenemos que ver que la tierra esté descansada, si
anteriormente hubo rosales sembrados en el lugar, podemos sembrar otro tipo de
flores como girasoles o cempasúchil, pero no de nuevo rosales, porque estos
simplemente no se darán, de todas maneras la tierra tiene que ser abonada cada
año”, comentó nuestro entrevistado.
Existen una
gran gama de colores y tipos de rosales, pero en esta zona de cultivo únicamente
se dedican a la siembra de las rosas más conocidas por la gente, “Nosotros manejamos
alrededor de diez colores de rosas porque existen demasiados, la flor más
solicitada es la roja, y el color se define cuando haces el injerto, (…) cada
tipo de rosa tiene un nombre, nosotros sólo tenemos algunos tipos de rosas, unas
se llaman Dallas y otras que se llaman Royal Baccara, éstas últimas son rojas
aterciopeladas, casi en tono tinto, además de las rosas que tienen forma de
estrella y las otras más grandes llamadas Apolo".
RECIBEN
CUIDADOS ESPECIALES
Para poder lograr
que las rosas florezcan adecuadamente, los floricultores inician las actividades
de trabajo desde las siete de la mañana y concluyen cerca de las seis de la
tarde, “Las rosas tienen un cuidado especial, tenemos que cuidar que no se
empolven porque eso es plaga para ellas, también debemos quitar todas las
hierbas que salgan a su alrededor por que eso también las contamina y cuidarlas
del frío además de utilizar fertilizantes que contienen potasio, fósforo y boro
para finalmente fumigarlas una vez por
semana”, explicó Jesús Alejandro.
Así mismo, esta
zona de cultivo cuenta con un sistema de riego denominado riego por goteo, el
cual funciona con presión generada por la diferencia de altura entre su fuente
de agua llamada reservorio y el terreno a regar, según indicó el floricultor,
“Regamos dos veces por semana y además usamos una manguera adicional para
rosearlas por la parte de encima para que no se llenen de polvo”.
SON DE
EXPORTACIÓN
Después del
largo proceso para producir rosas, en el que además se invierten cerca de dos
mil pesos por semana en una hectárea y media, las rosas deben ser cortadas con
unas pinzas para floricultor y colectadas para posteriormente ser vendidas al público
y distribuirlas a diversas florerías de la zona metropolitana, en un precio promedio
de 18 pesos por docena, costo que en ocasiones aumenta hasta los 100 pesos
cuando las rosas son adquiridas en las florerías.
Cabe
resaltar que en nuestro Municipio se cuenta, orgullosamente, en varios lugares
con este tipo de parcelas donde se siembran flores, porque con el avance de la
tecnología han ido desapareciendo o a se han sustituido por sofisticados
invernaderos, además de la mancha urbana que se ha apoderado de dichos predios,
así como de la modificación que ha sufrido el clima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario