El Instituto de Cultura, Recreación y Deporte del Ayuntamiento de Tlajomulco, tiene una piedra en el zapato, o para ser más exactos, una piedra en la banqueta que ha generado algunas animadversiones entre vecinos.
El número 52 de la calle Hidalgo en la Cabecera Municipal tiene una particularidad, la banqueta en este punto se encuentra obstruida por lo que parece ser una piedra de grandes magnitudes.
Por Víctor Hugo Ornelas
Pero no se trata de una roca cualquiera, sino de un molino de piedra que se utilizó hace algunas décadas para moler maíz, este artefacto era girado con la ayuda de un caballo que tiraba en círculos de una palanca sujetada a la pesada roca.
Pero así como la piedra no es lo que parece, la obstrucción de la banqueta también tiene una historia que explica el motivo por el cual se encuentra en ese lugar.
El Instituto de Cultura Recreación y Deporte, quién se interesó por el peculiar molino, a través de la entonces trabajadora Flor González, solicitó a la propietaria de la casa la donación de la piedra que en ese entonces descansaba en la cochera de la vivienda.
La mujer aceptó entregar la piedra y personal del Instituto acudió por ella, sin embargo lo único que estos hicieron fue sacarla de la casa y colocarla sobre la banqueta con la promesa de que en cuestión de días se la llevarían.
Y fue precisamente cuestión de días para que las cosas cambiaran, pero no por lo prometido por el personal del Instituto, sino por las repercusiones que trajo para la dueña de la casa con los vecinos que comenzaron a molestarse al no poder transitar libremente por la banqueta.
A casi un año de que le fue solicitado el molino a la propietaria de la casa, ésta permanece en la banqueta, por ello la mujer solicita a las actuales autoridades municipales que se lleven la pesada piedra y no solamente liberen la banqueta, también que terminen con el problema vecinal que se ha generado por el incumplimiento de algunos funcionarios.
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