El robo de coladeras en la Cabecera Municipal de Tlajomulco de Zúñiga significa un problema y un riesgo para los peatones que deben esquivar los registros abiertos, a los cuales han caído en diversas ocasiones.
Pero lo que podría ser un problema más grave, es la medida que algunos vecinos tomaron para tapar los hondos agujeros que quedan en la banqueta luego de ser hurtada la tapa de fierro que los resguarda.
Por Víctor Hugo Ornelas
Y es que algunas personas han optado por rellenar estos registros con tierra, basura o hasta cemento, sin tomar en cuenta las repercusiones que podría tener esta acción, tanto en su domicilio como en las viviendas aledañas.
La coladera tiene una función muy específica, es el conductor del drenaje de las viviendas hacia el colector de la calle, pero además de eso, cuando este conducto se daña o tapa, para evitar abrir el pavimento, se utilizan los registros, a través de los cuales se introduce herramienta para reparar la avería del conducto principal.
El clausurar las coladeras, ya sea con tierra o cemento, no solamente impide que se pueda maniobrar a través de ella para reparar el colector de la calle, sino que además, al ser taponeado no permite que el desagüe de las viviendas corra.
Las aguas residuales se almacenarán en el registro y en determinado tiempo comenzarán a salir por los conductos de las casas debido a que el agua no tiene salida.
Ante el robo de coladeras fueron varios los vecinos que optaron por tapar los registros para evitar que alguien cayera, sin sospechar que esto tendría consecuencias que pueden afectar una vivienda o la calle entera.
En cuanto al robo de coladeras, el titular del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Tlajomulco (SIAT), Rafael Cervantes, señaló que ya están en proceso de adquirir tapas plásticas (no reciclables) que sustituirán a las de fierro con el objetivo de evitar que sean robadas.
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