Entre baches, obras y falta de
alumbrado público, algunas vías de la cabecera generan a sus habitantes y
visitantes diversos conflictos, así como situaciones adversas, contrario a lo
que esperaban con las remodelaciones ya terminadas.
A pesar de los evidentes
trabajos de mejora en la cabecera municipal, las personas viven una realidad
diferente cada día, ya que se enfrentan a diferentes circunstancias que
dificultan sus actividades cotidianas, desde no poder caminar por una banqueta
porque está obstruida, hasta tener que buscar una salida cuando transitan en
vehículo.
Por Jorge López
Empleados de una constructora,
fueron quienes pusieron la nueva coladera y comentaron que el torrencial
aguacero del pasado viernes 30 de septiembre, ocasionó que el agua botara la
alcantarilla, que era de plástico y nunca apareció, por lo que pusieron una
metálica, aunque temen que vándalos se la roben para ir a venderla por kilos.
Por otra parte, en la misma calle, pero entre Constitución y Lerdo
de Tejada, se observan un par de baches más y vecinos de esa arteria demandan a
las autoridades correspondientes, además de taparlos, que se instalen topes,
reductores de velocidad o un semáforo, así como en Flaviano Ramos, ya que los
fines de semana, dichas calles son convertidas en pista de carreras, por
irresponsables conductores.
Por su parte, en la calle de
Escobedo, entre Flaviano Ramos y Aguirre,
y más adelante, en las esquina de Caoba, se observan cerros de tierra y
material de construcción, así como a trabajadores en descanso permanente.
A su vez, por las obras de la
calle Higuera, la situación se complica, por las excavaciones a lo largo de esa
arteria y todos los trabajos que en ella se realizan, también ahí se observa
mínima acción de trabajadores, al parecer
no hay responsable de la obra de tiempo completo, ya que lo buscamos y
no se encontraba, además los empleados que ahí descansaban argumentaron no
saber quién era ni tampoco datos sobre los avances de la obra. Vecinos de esta
calle, comentan que los trabajos iniciaron desde hace un mes, “Fueron rápidos
para levantar el asfalto, pero ahora descansan más de lo que trabajan”.
Cuando las calles que son
sometidas a cualquier tipo de obra o se encuentran en pésimo estado, se
convierten en una trampa para automovilistas, motociclistas y peatones, que por
la noche incrementan su riesgo por la falta de luz pública en algunos tramos,
pero si a esto le sumamos la presencia de lluvia, entonces el problema se
incrementa sobre manera.
La situación es algo que se ha
visto desde hace mucho tiempo y solamente fue solventada en el primer cuadro de
la cabecera, mas todas aquellas que permanecen sin intervenir, son el molesto
dolor de cabeza para la ciudadanía.
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