Atienden a habitantes de Los Fresnos

Dan apoyo aunque no sea su competencia

Autoridades del ayuntamiento de Tlajomulco se convierten en “Candil de la calle….” y acuden a fraccionamientos, que aún no le han sido entregados, a “descubrir el hilo negro”, con el propósito, tal vez, de “llevar agua a su molino”, pero finalmente no solucionan nada, ya que los asuntos a solucionar están, como los fraccionamientos, fuera de su competencia.

Hay conjuntos habitacionales a donde realmente deberían acudir (porque ya fueron entregados y recibidos) y no lo hacen, dejando de lado su responsabilidad, y que los habitantes  de esos lugares “se rasquen con sus uñas” para solucionar sus necesidades y problemas.

Por Jorge López

En la mayoría de los fraccionamientos de Tlajomulco ya entregados, se presentan problemas como la falta de alumbrado, de recolección de basura e inseguridad, sólo por mencionar algunos, respecto a lo que el gobierno municipal argumenta, sobre algunos, “Son de régimen condominal y los vecinos deben hacerse cargo”. Pero en los que sí son su responsabilidad, en ocasiones, ni caso les hacen.

Su intervención en Los Fresnos se dio ante las constantes quejas de residentes contra la constructora ARA, por incumplimiento, el actual secretario general del ayuntamiento, Erik Tapia, se reunió con representantes de ambas partes y adelantó, “El gobierno municipal no recibirá el conjunto habitacional hasta que la inmobiliaria resuelva todos los problemas pendientes que afectan a los habitantes”.

La reunión se efectuó en la recepción del mismo fraccionamiento, donde el funcionario dejó en claro que se deberán resolver los asuntos relacionados con los servicios públicos, como la planta de tratamiento, que hasta hoy no ha funcionado adecuadamente, el alumbrado público, entre otros más, a fin de que pueda ser recibido por el ayuntamiento.

Además, les dijo a los que ya son propietarios, que cualquier inconformidad con sus viviendas, “Pueden demandar legalmente a la constructora, porque el producto que compraron, en este caso su casa, no resulta como se las ofrecieron”.

Ambas partes, vecinos y constructora, fijaron un plazo de tres meses para que se cumplan las demandas de los primeros, tiempo en el que deberán observarse mejoras significativas y eficaces.