martes, 14 de febrero de 2012

Se acabó el perreo en Santa Fe


La iglesia del perreo ya no es molestia para los vecinos, pero... 


La  casa marcada con el número 137 en la calle Santa Isabel, de la etapa tres de Chulavista, llamó la atención en semanas pasadas por la peculiar actividad que se realizaba en ella. Esta vivienda, durante algún tiempo, fue conocida como “la iglesia del perreo”, como estaba deshabitada, se volvió el punto de reunión de un grupo de menores de edad, que entre otras cosas, la utilizaban para poner en práctica sus dotes para el ya famoso baile.

Por Víctor Hugo Ornelas

Los jóvenes, aprovecharon el abandono de la finca para hacer de las suyas, introducirse en ella y adecuarla para el reventón, además, vecinos señalaron que en el lugar no sólo se practicaba el baile, sino que también se consumían y vendían, por igual, bebidas alcohólicas que sustancias prohibidas (LA VERDAD edición 586).

Pero la situación ha cambiado, la parte exterior de la vivienda ahora no luce con grafiti, tampoco se observa ya el sillón viejo y la cochera está libre de basura; pero el repentino cambio fue debido a la intervención de una familia que ahora habita la vivienda, “Vino el dueño, se dio cuenta de cómo tenían la casa y ahorita nos está rentando a nosotros”, aseguró una de las personas que se encontraban dentro de ella, quien además dice conocer la función que se le daba antes de que ellos la habitaran, aunque eso no le ha significado mayor problema, “Sí, andan rondando luego los chavillos, ya como ven gente adentro se van, así va a ser mientras se dan cuenta o se encuentran otra casa”, concluyó.

Cabe señalar, que en esta misma etapa tres, los vecinos se quejan por las fiestas y reuniones que llevan a cabo supuestos funcionarios públicos de la actual administración, “La usan sobre todo los fines de semana, seguido ocasionan problemas, y también seguido vienen en camionetas del ayuntamiento, pero siempre por la noche”, mencionó uno de los inconformes, que junto con otros habitantes de la zona, señalaron la vivienda número 104 de la calle Tuxpan, como el lugar que supuestamente se utilizan para dichas actividades nocturnas.

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