Transitar por las calles del fraccionamiento Lomas del Mirador, en la zona valle de Tlajomulco de Zúñiga, es sinónimo de enredo, ya que además, este conjunto habitacional se conforma por circuitos y por varios callejones que conectan una etapa con otra, incluso a diferentes etapas de Chulavista.
Lo anterior, no solo le resta privacidad a quienes ahí habitan, sino que estos callejones terminan por acumular basura y molestia para los vecinos, “Es un batallar con el grafiti y la basura que tira la gente, algunos andadores son muy pequeños y mantenerlos limpio es muy difícil (…) cuando se han metido a robar tienen varias salidas que les facilitan escaparse”, explicó la señora Carmen, vecina de la etapa 6 de Lomas del Mirador.
Por Noemí Figueroa
En algunas etapas, como la 8, existen por lo menos dos callejones que comunican con el fraccionamiento Chulavista, “Sí son de gran ayuda, especialmente cuando vamos al mandado, pero si Homex decidió dejarlos abiertos, es obvio que iban a ser utilizados por mucha gente, pero yo para usarlos únicamente en el día, porque en la noche son una boca de lobos”, comentó una vecina de la etapa 8.
Esta situación se torna más complicada principalmente para quienes se adentran en este fraccionamiento sin conocerlo, pues las grandes etapas que conforman Lomas del Mirador se dividen en secciones y sus calles suelen ser circuitos, “Cuando son departamentos, es el mismo número para los ocho departamentos de cada edificio y sólo una letra hace la diferencia, en algunas etapas todas las calles tienen el mismo nombre, la única diferencia es que marcan oriente o poniente y cuando buscas una dirección es muy complicado encontrarla, todas las etapas de dividen en secciones, por eso algunas etapas tienen dos mesas directivas, la verdad quien se meta aquí sin saber puede perderse y lo peor es que hay zonas muy feas en el fraccionamiento”, explicó un mototaxista, quien suele transitar en este fraccionamiento.
Quienes habitan en el fraccionamiento Chulavista, lamentan que la construcción de un nuevo fraccionamiento les haya restado privacidad, “Hasta hace dos años la calle era cerrada, ahora tumbaron la barda (perimetral) y la gente va y viene por aquí, esto ha traído más inseguridad y más vandalismo, lo que único que le queda a uno como ciudadano es llevarte bien con ellos”, declaró Mariana Rodríguez, quien habita en la etapa 12 de Chulavista.
Para complicar todavía más la relación vecinal, en algunas etapas se han conformado dos mesas directivas, una para cada sección, que en pocas ocasiones logran ponerse de acuerdo y han intentado solucionar esta problemática con el cierre de los callejones para tratar de controlar el acceso a las etapas, sin embargo, eso implica gastos que pretenden obtener con el establecimiento de cuotas para los habitantes de la etapa y esto a su vez es motivo de discusión entre vecinos.
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