Real del Valle, en Tlajomulco de Zúñiga, es un fraccionamiento que se cuece aparte en materia de participación ciudadana, su régimen condominal y la presencia de un administrador externo, son características que se ofrecen a los posibles compradores como una cualidad del conjunto habitacional.
Sin embargo, en la práctica, este modelo de asociación vecinal es motivo de conflicto, con acusaciones y señalamientos sobre situaciones en las que de acuerdo a vecinos, aquellos que llevan la batuta en el fraccionamiento, más allá de encausar las cuotas vecinales al mantenimiento y aprovechamiento de Real del Valle, buscan beneficio personal.
Por Víctor Hugo Ornelas
Las primeras inconformidades se presentaron a finales de 2011 y durante 2012, cuando la mesa directiva giró la orden de restringir el paso vehicular por los accesos de Adolf Horn, a los vecinos morosos en las cuotas de mantenimiento.
Posteriormente, Juan Carlos Hernández, Presidente de la asociación vecinal, fue señalado por supuesta prepotencia, sin embargo, con el paso de los meses, los señalamientos de los vecinos fueron cada vez más serios, ahora en temas de dinero y desvío de recursos.
Una de las irregularidades que los vecinos indican, está relacionada al servicio de “transporte público especializado”, el cual presuntamente fue contratado por la asociación de colonos para dar servicio al personal que labora en el fraccionamiento como jardineros, vigilantes y personal administrativo, tal y como se especifica en el contrato de prestación de servicios del cual LA VERDAD tiene copia.
El documento explica que serían tres los vehículos en operación y que además del personal del fraccionamiento, darían servicio gratuito a los vecinos que se encuentran al corriente de las cuotas con recorridos cada 30 minutos desde el fraccionamiento a la estación de tren ligero en periférico sur.
En un inicio el servicio funcionó de esta manera, pero posteriormente comenzaron a operar como una línea de servicio de transporte público y ahora cobran a los colonos, pero no solamente se trata ya de tres unidades, sino de 61, las cuales son operadas por cinco diferentes empresas, es decir, dentro de éste fraccionamiento operan más unidades que las que poseen dos concesionarias de transporte público en el Municipio, y lo hacen de manera irregular.
Juan Carlos Hernandez, presidente de la mesa directiva del fraccionamiento, negó que exista un acuerdo con estos grupos de transportistas y dijo que operan sin el consentimiento de la asociación que representa, sin embargo, un documento elaborado por la propia mesa de colonos especifica el acuerdo entre las empresas y la asociación vecinal, la cantidad de unidades que operarán y la ubicación de las oficinas de una de las prestadoras de servicio.
Algunos de los vecinos en descontento cuestionan el beneficio que podría tener el presidente de la asociación vecinal por permitir la operación de éste servicio, pues señalan que no se reporta algún ingreso para beneficio del fraccionamiento.
Los señalamientos de vecinos acusando de malos manejos no concluyen ahí, pues el pago de cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por concepto del salario del personal de seguridad privada, ponen en duda que la asociación tenga contrato con una empresa, como se les ha mencionado, pues en un gasto que no debería cubrir el cliente, en este caso el fraccionamiento.
De acuerdo a los estatutos del fraccionamiento Real del Valle, de los cuales este medio de comunicación posee copia, la asociación está obligada a convocar al menos a dos asambleas al año, una de carácter ordinario y otra u otras extraordinarias, la primera de ellas debe ocurrir antes del 31 de marzo de cada año y es para dar a conocer el “Informe de actividades del Consejo Directivo, de aprobar o reprobar las cuentas de la administración y aprobar el plan de actividades para el mismo ejercicio”, señala el texto del artículo 18, sin embargo, en lo que va de 2013 los vecinos señalan que no ha habido asamblea alguna.
Real del Valle tiene problemas de abastecimiento de agua, tema que no ha sido resuelto a pesar de existir un acuerdo entre colonos y Ayuntamiento, por otro lado el canal pluvial que atraviesa el conjunto habitacional luce contaminado y con olores fétidos, mientras que un predio que fue donado por el constructor para el aprovechamiento vecinal, se encuentra en condiciones de predio baldío.
Los vecinos solicitan a través de este medio, que la Dirección de Procesos Ciudadanos intervengan con la asociación de colonos a fin de que esta rinda cuentas y esclarezca situaciones que no tienen contentos a algunos habitantes de éste fraccionamiento.
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