Lejos de reducirse el problema relacionado con la proliferación de mototaxis en Tlajomulco, este gremio crece y se expande a otros puntos de la zona metropolitana, pues debido al negocio que representa, cada vez son más las personas interesadas en obtener una de estas unidades.
Las declaraciones del distribuidor de motocarros Jasa Motos a un diario metropolitano, revelaron que son los dueños de camiones urbanos unos de los principales compradores y operadores de este modelo de transporte que comenzó a tomar fuerza en Tlajomulco en 2010.
Por Víctor Hugo Ornelas
Al respecto, representantes de tres de las cinco cooperativas que operan en Tlajomulco, quienes solicitaron se omitiera sus nombres para evitar conflictos dentro del gremio, señalaron que el tema no les es ajeno, “Sabemos de dos casos, uno de la ruta 380 y otro de la 622, que vendieron unos de sus camiones y con eso compraron las motos”, señaló uno de los entrevistados.
Cabe señalar que aunque intentaron operar en Tlajomulco al adquirir las motos, estas nuevas unidades no lo lograron, toda vez que los representantes de cooperativas se negaron a registrarlos, “Si la moto quiere operar, debe estar registrada en alguna cooperativa, hay quienes no estamos metiendo más motos de las que nos permitieron, pero ya sabes tú el tema de los amparos”.
Aunque aún permanecen parados algunos mototaxis en una bodega de la etapa 18 en Chulavista, los representantes de cooperativas desconocen en dónde están operando las unidades que adquirieron los transportistas, coincidentemente, en recientes fechas se detectó la presencia de mototaxis en los fraccionamientos Urbi y Paseo de la Cañada, ambos desarrollos ubicados en el municipio de Tonalá.
Pero si pudiera sorprender a muchos el hecho de que transportistas, que han sido algunos de los principales opositores a la proliferación de mototaxis, sean quienes ahora están adquiriendo y poniendo en operación estas unidades, situación que resulta incongruente, los representantes de cooperativas aseguran que hay agentes viales que incursionaron en el negocio de los mototaxis, quienes aseguran conocer casos de agentes viales que son propietarios de una o más unidades, tal es el caso de un agente de nombre Cesar, que tendría once mototaxis operando en la zona del valle, lugar del cual es vecino.
Lo anterior pone en duda la confiabilidad de los operativos que lleva a cabo la Secretaría de Vialidad en su momento y ahora de Movilidad, y que han resultado cuestionados por los resultados que generan, pues el número de unidades que decomisan o infraccionan es reducido en comparación a la cantidad de motocarros que opera en Tlajomulco.
Acuerdan con ayuntamiento, no hay pláticas con Secretaría de Movilidad
Al desconocimiento del titular de la Secretaría de Movilidad, Mauricio Gudiño sobre la propiedad de mototaxis por parte de transportistas, se suma su nula comunicación entre la dependencia que encabeza y los representantes de las cooperativas, que por su parte, comienzan a formar acuerdos con el Ayuntamiento de Tlajomulco.
Cuatro de las cinco cooperativas han aceptado trabajar bajo las condiciones que se han establecido en conjunto con el Gobierno Municipal. La primera de ellas consiste en la identificación de las unidades, por lo que las motos que tienen la anuencia del Municipio, tienen la característica de estar pintadas en color blanco con una línea amarilla y vivos naranjas.
Además, las unidades deben estar completamente cerradas con material resistente, “Estamos poniendo lámina a las motos en las partes que son descubiertas para dar mayor seguridad a los pasajeros”, añadió uno de los representantes del gremio.
Estas unidades también cuentan con un número económico para su identificación y en ambos costados lucen la calcomanía oficial de la cooperativa a la que se encuentran asociados.
Sin embargo, no todos los mototaxistas entraron en este esquema de trabajo, debido a que solamente 280 unidades cuentan con la anuencia de las autoridades para operar, por ello es que quienes pretenden dar servicio buscan otras opciones, una de ellas es agremiarse a la cooperativa afiliada a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) por medio de la cual tramitan los amparos, aunque estos tienen un costo para aquel que lo pretende, por esto, quienes no quieren pagar, buscan operar en otros municipios en los que la pugna por el poder y el control del servicio que ofrecen los mototaxis no es tan complicada como en Tlajomulco.
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