A pesar de los constantes arreglos, lo importante queda de lado |
La Carretera a San Miguel es una de las
carreteras más transitadas dentro del Municipio, ya que forma parte del
Circuito Sur y conecta a la ribera de Cajititlán con la Cabecera Municipal, así
como con el corredor López Mateos.
Esto provoca que los desperfectos y las obras
para solucionarlos sean constantes, pero normalmente, muchos de estos se
desprenden de la que debería ser la solución. Como ejemplo la situación de los
topes y vibradores que se encuentran ubicados entre la Cabecera y San Miguel.
Primero, cuando se hizo una obra de
reencarpetamiento a principios de año, se renovó un carril por sentido a la
vez, y los topes que por ahí se encontraban fueron seccionados, con la
finalidad de que mientras se terminaba una parte, fuera posible circular por el
otro carril; también se tenía planeado que al finalizar las nuevas secciones,
los topes serían completados o sustituidos, según fuera el caso.
Por Ángel Barajas
“Iba el otro día en la moto y le bajé a la
velocidad casi para llegar el tope, pero antes me rebasó un carro, luego una
moto y otro casi me pega pero no alcanzó y se frenó, ya después vi que por el
carril que iba no había tope y todos querían pasar por ahí”, comentó Gabriel,
un motociclista de la Cabecera Municipal.
Esta situación empeoró hace casi dos meses, ya
que a la vía se le agregaron topes vibradores en dos puntos, frente al
Instituto Tecnológico de Tlajomulco, a la entrada del fraccionamiento La
Providencia y en varios puntos de la carretera a San Miguel Cuyutlán. “Cada que paso por ahí casi me tengo que
parar, porque si paso aunque sea poquito recio, el carro me empieza a sonar de
todo”, expresó Gilberto, vecino de Cuexcomatitlán.
Vuelta
peligrosa
Sumado a esto, en la bifurcación de esta
carretera a cada lado de la laguna existe otro “detalle”, ya que en la orilla
de la carpeta asfáltica en la zona hacia San Lucas y San Juan, existen un par
de charcos de gran tamaño.
Una de las razones es que, que debido a la
corriente del agua que baja de la calle Iturbide de esta delegación, el deslave
de la orilla del camino es más acelerado de lo normal; a esto se le añade que
la zona está constantemente húmeda y debido a que es usada como estacionamiento
de vehículos y camiones de pasajeros, hacen que el desgaste sea más rápido.
“Ya van
algunos en bici que se caen, ayer uno en moto le alcanzó a dar el sacón, pero
ya son varios, y hasta carros se han quedado ahí, (…) Y lo malo no es cuando
llueve que está bajando el agua, aquí llega la gente a refugiarse, pero cuando
se tienen que ir en camión o cuando acabó de llover, de todos modos se tienen
que meter a los charcos”, comentó un comerciante de la localidad.
Debido a que el proyecto de Circuito Sur
pertenece al gobierno del Estado, es a quien corresponde realizar los arreglos
pertinentes, aunque también es injerencia municipal realizar las gestiones
necesarias para arreglar y agilizar este tipo de desperfectos.
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