El Centro Administrativo Tlajomulco no se escapa de sufrir por la presencia de ratones dentro del edificio, sin embargo, es la existencia de amantes de lo ajeno lo que realmente perjudica a los que ahí laboran.
En el piso dos, donde se encuentra la coordinación de proyectos estratégicos, y dependencias como la dirección de Turismo, Ecología, Transparencia y Fomento del Empleo, entre otras, al menos seis funcionarios han sido víctimas de robo de artículos varios, el último evento ocurrió el pasado miércoles 25 de septiembre y se trató del hurto de una cartera con cuatro mil pesos en su interior.
Por Víctor Hugo Ornelas
Antes de ello, una cámara digital, un par de celulares y diversas cantidades económicas ya habían sido robados a sus propietarios quienes como único error tuvieron el confiar del área dónde se desempeñan y dejar sus pertenencias en su escritorio mientras cumplía algún pendiente, se pararon al baño o simplemente a sacar una copia.
Sin embargo el misterioso ladrón se mantiene aun en el anonimato y aunque las oficinas son de cristales transparentes y hay varias cámaras en en interior del edificio, la seguridad privada del CAT nada ha podido hacer, “nos dicen que es nuestra culpa porque la puerta (de ingreso a la dependencia) debe estar cerrada” señaló un empleado de este piso sobre la respuesta que recibieron por parte de la seguridad privada.
En cuanto a las cámaras se refiere, estás no cuentan con la resolución necesaria para poder definir quién es la persona que aparentemente habría hurtado al menos un celular, pues la imagen no es clara y no permite distinguirlo.
Cabe hacer mención que los empleados no han levantado denuncias ante el ministerio público por el robo y la contraloría municipal tampoco ha recibido la petición de los empleados para que intervenga.
Luego de varios meses de haberse presentado el primer robo la situación sigue prevaleciendo y esto ha afectado el clima laboral, pues de manera natural hay desconfianza entre los mismos empleados quienes procuran no dar un solo paso sin llevarse consigo, teléfonos, monedero y cuanto articulo de valor tengan, pues si se descuidan podría ya no estar cuando regresen.
En lugar de llamarse C.A.T., debería ser ''el edificio de los magos´´, esto en lo alusivo en el ''arte'' de desaparecer las cosas
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