El kiosco de la Cabecera Municipal de Tlajomulco de Zúñiga sufre deterioro en general, a pesar de que su ingreso está restringido. Este kiosco data del porfiriato (1906) y forma parte del complejo del centro del Jardín Juárez.
Pese a su historia, desde hace años no se invierte en su rehabilitación -a pesar de ser el principal espacio público del municipio-, lo único que realizan para dar mantenimiento a la infraestructura del jardín principal de la Cabecera Municipal, es dotar de agua a montones de tierra donde antes hubo pasto.
Por Aarón Estrada
El kiosco padece daños en su estructura exterior, la piedra que lo rodea es usada como banca y cada vez está más desgastada y sumida. Entre otras de las amenazas que sufre está el grafiti en sus paredes exteriores.
La luminaria del contorno de kiosco está dañada y en algunos casos ya no cuenta con las lámparas, pero eso no es el peor de los casos. El techo de madera luce podrido y está por colapsarse en algunas de sus partes, algo que es visible para cualquier paseante, pero que tal parece los encargados de repararlo no lo observan.
Este inmueble que fue construido antes que el edificio del fondo que albergó a la presidencia municipal los últimos veinte años, se ha restringido su ingreso, específicamente para que no fuera dañado por quienes subieran a este espacio.
El kiosco y toda la pieza principal, forma parte del patrimonio histórico de Tlajomulco, pese a ello muestra el descuido por parte de dependencias como Coordinación de Servicios Públicos y Patrimonio Municipal.
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