Los problemas entorno al servicio de transporte público en Tlajomulco siguen a la orden del día, los camiones resultan insuficientes y las líneas brindan un servicio sumamente cuestionable por parte de los usuarios, en tanto el Gobierno no ofrece ninguna alternativa de movilidad.
Día tras día los habitantes de este municipio sufren en materia de transporte público, durante las horas pico las unidades circulan completamente llenas y muchas personas se quedan con el brazo estirado mientras el camión pasa de largo por el parabús, pues no cabe un pasajero más.
Por Víctor Hugo Ornelas
Lo que parecía ser la gran opción para solventar parte de los problemas de transporte era la creación de una línea de tren ligero hacia Tlajomulco, sin embargo de manera sorpresiva y sin un argumento técnico de por medio, autoridades Federales y Estatales anunciaron que dicho proyecto se realizará sólo para Zapopan.
Por su parte, el Gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval, señaló a inicio de semana que habrá una segunda línea de macrobús, la cual circulará sobre el periférico, mientras que la posibilidad de que se construyera en Tlajomulco por el corredor Chapala, se convirtió tan solo en una opción que se “analiza”.
Mientras no se concretan proyectos para la zona más poblada de Tlajomulco, tal parece que las autoridades ni siquiera se acuerdan de otros puntos del municipio cuyos habitantes padecen los mismos problemas de transporte.
Los fraccionamientos aledaños a la Cabecera Municipal, como Eucaliptos, La Noria y La Providencia entre otros, comparten las dificultades que sus colonos enfrentan para acudir a sus lugares de trabajo, que por lo regular se encuentran fuera del municipio, situación que se agrava cuando se toman en cuenta los tiempos de traslado y la cantidad de camiones que se deben tomar al día, pues no existe una amplia cobertura que circule de Tlajomulco hacia diversos puntos de la ciudad.
La nueva Ley de Transporte, las modificaciones y transformación de la Secretaría de Vialidad a la Secretaría de Movilidad y la creación de un Consejo Metropolitano de Movilidad no han representado cambios significativos en esta materia, tampoco hay soluciones a corto plazo que mitiguen los problemas de los ciudadanos, mientras que las acciones a futuro siguen sin pies ni cabeza y el panorama del municipio se torna turbio en torno a transporte.
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