lunes, 28 de febrero de 2011

Fraccionamiento ribereño, permanece en el olvido

Por Mario G. León

Desarrollos de vivienda a medio terminar, que solo ocupan espacio

Hace más de 25 años, el fraccionamiento Playas de Cajititlán fue creado en las afueras de la población del mismo nombre, con la finalidad de ser construir “casas de campo” para pasar el fin de semana en la ribera de la laguna.

La realidad ahora es totalmente diferente: calles polvorientas, luminarias quebradas, drenaje recién instalado pero no conectado y basura por todos lados.


Se puede observar basura tirada por todo el fraccionamiento

La urbanización de estos terrenos no contempló el acceso a la laguna, situación similar al resto de la ribera por la carretera San Miguel-Cajititlán, en donde no existen lugares públicos donde los turistas puedan pasar un día agradable.

Llegamos a una tienda de abarrotes des este fraccionamiento para preguntarle a Rubén, el dueño del local, por dónde se puede llegar a la laguna, a lo que nos contestó:

“Muchos llegan aquí preguntando lo mismo, sobre todo ahora que están arreglando el malecón, pero aquí no hay por dónde, todo es propiedad privada. Si los de aquí, que vivimos a 100 metros de la laguna queremos verla, tenemos que ir a Caji”
Esta es la razón por la que consideran los moradores de la zona, el poco interés de los dueños de los terrenos para construir sus casas y cuidar del fraccionamiento.

Los accesos a la laguna
ocupados por las viviendas
 Según pudimos comprobar, existen en el lugar apenas una veintena de casas, de las cuales la mitad son viviendas ordinarias y el resto se utilizan sólo algunos días al año según datos de los vecinos, por lo que las condiciones de abandono son evidentes y las pocas gentes que se ven por las calles son empleados de las dos industrias establecidas ahí.

El panorama contrasta con las viviendas que se encuentran al borde de la laguna y sirven de barda perimetral para que el resto de vecinos y turistas no tengan acceso a ellas. Estas fincas además de adueñarse de los accesos a la laguna, se quedaron también con varios postes del alumbrado público dentro de ellas.

Los accesos en Cuexcomatitlán se limitan a las bocacalles de la población. Es hasta San Juan donde se puede caminar al borde del vaso lacustre, el resto está cercado con letreros de “Propiedad privada” o “Prohibido el paso”.

Esta es un área de oportunidad para que las autoridades municipales promuevan entre los ejidos la apertura de sus propiedades y el acondicionamiento para la visita de turistas, para quienes deseen un poco más de tranquilidad al decidir pasar su día en la ribera de la laguna de Cajititlán y no tengan que hacerlo, obligadamente, en el malecón.

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