Cada vez son más

La cantidad de casas abandonadas que existen en el Municipio se incrementa en la misma proporción que la construcción de nuevos fraccionamientos, sin embargo estas viviendas en la mayoría de las ocasiones son desmanteladas y posteriormente utilizadas por personas a quien se les nombra paracaidistas.

Los paracaidistas son personas o familias enteras, que habitan alguna casa abandonada, que en su mayoría han sido desmantelada, sin ningún tipo de permiso o arrendamiento por parte del propietario de la finca, por lo que quienes viven de esta manera están expuestos a ser lanzados en cualquier momento o despojados de sus pertenencias, ya que la mayoría de estas fincas no cuentan con puertas y ventanas que les brinden seguridad y privacidad.

Por Noemí Figueroa

Como ejemplo, está el caso de una familia del fraccionamiento Chulavista, integrada por cuatro personas, dos adultos y dos pequeños de cuatro y siete años de edad,  quienes otorgaron una entrevista para este medio y a quienes se les mantendrá en el anonimato.

Esta familia, desde hace poco más de un año viven en una finca que no se encuentra en condición para ser habitada, ya que carece de ventanas y puertas, las que han sido reemplazadas por  trozos de madera  y cartón, “Puedo asegurar que hay muchas personas que viven como nosotros, pero la realidad es que nosotros vivimos así porque nos ahorramos pagar renta, soy albañil y lo que gano no me alcanza para mantener a mi esposa y a mis hijos, aunque sabemos que a lo mejor un día llega el dueño y nos va a correr, pero mientras eso pasa, seguiremos viviendo aquí”.

Posesión de las fincas

Lograr establecerse en alguna de estas casas es una situación sencilla, pero requiere de astucia, según dijeron nuestros entrevistados, “Cuando llegamos a Chulavista, no nomás llegamos y nos metimos así a la casa, algunas personas decían que los Presidentes de las etapas a veces prestan las casas, pero nosotros no pudimos conseguir una (casa prestada), así que revisamos varias etapas hasta encontrar ésta (casa) que no estaba tan maltratada y que casi no era vigilada por la gente y fue un día en la noche cuando decidimos meternos para en la mañana ya amanecer aquí, aunque de primero los vecinos si se molestaron y decían muchas cosas, ahora ya se acostumbraron, hasta dicen algunos que es mejor a que hubiera seguido abandonada (la casa)”.

Después de haberse establecido en esa casa, tuvieron que brindarle los servicios básicos, “La casa sólo tenía las ventanas de los cuartos (recámaras), pero ya estaban quebradas y no tenía lavabo, ni taza en el baño y de la luz y tuberías no había ni la más mínima señal de que alguna vez existieron, y como pudimos conseguimos cables para jalar la luz del registro y con mangueras ahí medio tenemos agua, si te das cuenta vivimos muy humildes, pero eso no quiere decir que seamos malas personas o malandrines (maleantes) como nos dice mucha gente”.

Mantenimiento

Sin embargo, esta familia hace lo posible por mantener en las mejores condiciones la finca, ya que con el paso del tiempo han tratado de mejorar y reponer las partes faltantes de lo que se ha convertido en su casa, “Con mucho esfuerzo pusimos de nuevo la puerta de la entrada y mi esposa trata de mantener lo más limpio que se pueda, por lo menos la banqueta, pero a la vez no le queremos poner todo lo que falta porque estamos seguros que el día de mañana nos van a correr”.

Pero no en todos los casos sucede lo mismo, ya que en algunas etapas de este fraccionamiento, las casas de quienes habitan de paracaidistas, lucen en condiciones bastante deplorables, “Esas casas durante tiempo estuvieron habitadas por paracaidistas, pero se fueron y llegaron otros que no las supieron cuidar, porque ahí entraba zutanito, menganito y perenganito y poco a poco se las fueron acabando hasta llegar a convertirse en lugares realmente inhabitables, y muchas hasta quemadas”, dijo un vecino cercano a estas fincas en la etapa 5 de Chulavista.

Es de mencionar que estas fincas además de generar mal aspecto, en ocasiones también fomentan el vandalismo o son utilizadas para almacenar objetos de dudosa procedencia, por lo que es necesario que se implementen medidas para reducir el abandono y desmantelamiento de fincas abandonadas que más de alguna vez terminan por afectar a los vecinos y convertirse en el dolor de cabeza de las mesas vecinales.