En la primera
etapa de Lomas del Mirador, les han bastado dos años, tiempo que tiene de
construida esa sección del fraccionamiento, para que algunas fincas luzcan totalmente
desmanteladas, incluso una de ellas es utilizada como andador que les sirve de
atajo a varios vecinos.
“Empezaron quebrando un vidrio y luego tumbaron la
barda, se robaron todas las piezas que pudieron y ahora esta casa es la que usa
la gente para ir y venir, para mí como vecina es molesto tener que aguantar a
gente que viene de otras partes, hasta una persona llegó a vivir ahí”, comentó la señora Carmen, vecina de esta etapa.
Según declararon
algunos habitantes, hace algunos días esa finca era el punto de reunión de
jóvenes pandilleros, “De día o de noche
ahí se juntaba una bolita de vagos que ni siquiera eran de esta etapa, pero
dejaron de hacerlo hace algunos días cuando se armó un pleito y aventaron
botellas y piedras, pero santo remedio, desaparecieron los pandilleros que se
juntaban en esa casa, pero ahora ya empezaron a quererla llenar de basura y
pues entonces va a ser cuento de nunca acabar”, añadió una vecina cercana a
esta finca situada en la Avenida Sierra de Gata.
A tan sólo unos
metros de esta casa habitación, existen dos fincas más que están desmanteladas
casi en su totalidad, incluso la barda perimetral presenta varios daños, “Como las bardas no están tan altas, las
personas ya se empiezan a brincar también por ahí y estamos seguros que también
tumbarán la barda, pero como vecinos ya no sabes qué hacer, porque si les
reclamas o les llamas la atención en el caso de los pandilleros te amenazan y
si es a la gente se indignan, pero no podemos estar viviendo así”.
En la parte
trasera de estas fincas se sitúa un área verde a la que los habitantes acuden
continuamente, hecho que para algunos es
razón suficiente para derribar las bardas perimetrales de las fincas, “Los domingos en el parque dan misa, de
hecho en ya hay un tejaban (…) quisimos levantar entre los vecinos otra vez la
barda, pero no lo hicimos porque de nada iba a servir, si la casa ya no tiene
puertas ni ventanas”, añadió nuestro entrevistado.
Derribar bardas
perimetrales, que son propiedad municipal, así como la invasión de fincas de
propiedad privada, son delitos que ameritan una sanción, incluso se pagan con
cárcel, sin embargo estos sucesos se
pueden apreciar en varias partes de Tlajomulco y para algunos habitantes es común
derrumbar bardas perimetrales, ya que pocas veces son sancionados o
difícilmente se encuentran a las personas implicadas en estos hechos.
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