viernes, 26 de abril de 2013

Lejos de 1996


Poca es la información que existe de ello, pero en 1996, Tlajomulco se ganó el galardón al Municipio más limpio del Estado de Jalisco.

17 años nos separan de aquel suceso, 17 años y una realidad completamente distinta, hoy habitan cerca de 400 mil personas más, las zonas urbanas han crecido y limpieza no es una palabra que se pueda utilizar para describir a la Cabecera Municipal.

Por Víctor Hugo Ornelas


En aquel entonces, Tlajomulco fue ejemplo en el Estado, sus calles estaban limpias, gracias al mantenimiento de las autoridades y el cuidado que imprimió la ciudadanía, por lo que le fue reconocido con una placa que se colocó dentro del edificio de la antigua presidencia municipal.

Arroyos con agua clara, calles libres de basura y un agradable aspecto visual, fueron parte de los atributos que encontraron en el Tlajomulco para dictaminarlo como el más limpio en el Estado.

La plaza de la Cabecera Municipal es una de las más maltratadas y sucias en todo Tlajomulco, sus fuentes lucen con basura que flota en agua  color verdoso y en rara ocasión se encuentran funcionando.

Algunos de los rincones de la plaza son utilizados por comerciantes y ciudadanos para depositar desde algún envase, hasta grandes bultos de basura, manchas sobre el piso, mal olor, residuos de comida y hasta perros muertos, se pueden encontrar a un costado de los cestos destinados al almacenamiento de basura.

Pero la plaza no es el único punto de la Cabecera que se encuentra en estas condiciones, las calles sufren los estragos de que los ciudadanos hayan perdido la costumbre de limpiarlas o conservarlas en buen estado.
“Salgo a barrer todas las noches, se me hace que soy la única de la cuadra que lo hace y de todas formas la gente no respeta, me tardo más en recoger que alguien en tirar algo”, señaló una vecina de la calle Vallarta.

Además de la basura, algunos vecinos que acostumbran hacer limpieza en las banquetas, deben lidiar con los residuos fecales que dejan los perros, tanto callejeros como aquellos que tienen dueño.

Las coladeras cuya tapa ha sido robada y hasta el momento sigue sin ser repuesta, son utilizadas como botes de basura por los ciudadanos, alguno de ellos como medida para evitar caer en estas alcantarillas, otros, simplemente por falta de civilidad.

2013 se encuentra muy lejos de aquel 1996 en el que Tlajomulco fue premiado por su limpieza, una labor que corresponde a ciudadanos y gobierno en conjunto, y en la cual, ambos han fallado en los últimos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario