A un mes de inauguradas, ya se observan estragos en esta vía |
A poco más de cuatro semanas
de haberse puesto en operación las obras realizadas por el ayuntamiento de
Tlajomulco, en la Avenida Adolfo B. Horn, ya se registran desperfectos en la
carpeta asfáltica, postes de alumbrado derribados y obras en el camellón
central inconclusas.
Así, esa importante arteria,
por donde a diario circulan centenares de automotores de todo tipo, presenta
otra vez, una serie de obstáculos que impiden la circulación fluida del
tránsito vehicular, ocasiona serios congestionamiento viales y por consiguiente
problemas y desesperación de miles de personas en su traslado
hogar-trabajo-hogar.
Residentes de fraccionamientos
como Real del Valle, Residencial San José, Villas de la Hacienda, Arboladas,
Valle Dorado, Cuatro Estaciones, Chulavista y Santa Fe, así como de poblaciones
tradicionales como Unión del Cuatro y La Concha, entre otros, que todos los
días utilizan esa importante vía, para trasladarse a sus centros de trabajo,
expresan su desaliento por las obras realizadas, y que se convirtieron,
dicen, en “flor de un día”.
Por Jorge López
Los afectados exigen que se
supervise la calidad de las obras al realizarlas, ya que resulta inadmisible
que continuamente haya camiones obstruyendo la circulación, para tapar baches.
Acaso las empresas contratadas no pueden utilizar materiales de calidad para
esos trabajos, o les conviene efectuar dichas acciones cada dos semanas para
obtener un mejor beneficio económico, cuestionan los ciudadanos.
Si hicieron una fuerte
erogación económica en limpiar, aplanar y construir el camellón central, la
ciclopista, instalar red de drenaje, plantar centenares de árboles y
repavimentar la avenida en sus dos sentidos, nada les costaba contemplar la
contratación de empresas de probada reputación que garanticen su trabajo a la
primera, utilizando material bueno para esas vías, e impedir que los baches
“aparezcan cada cinco minutos”, pero pareciera, insisten los afectados, que en
esto último “hay gato encerrado”.
La afluencia vehicular es
intensa, principalmente por las mañanas cuando todos se dirigen a sus trabajos,
para ingresar al periférico se forma un cuello de botella no difícil de
resolver, pero los agentes de tránsito brillan por su ausencia, entonces eso se
convierte en un verdadero “galimatías”, donde todos quieren pasar primero.
Los que por necesidad deben
circular por esa importante arteria, transporte público, de carga y autos
particulares, demandan al ayuntamiento una vigilancia permanente no sólo de
personal de vialidad, sino también de funcionarios públicos que constaten el
buen resultado de las obras realizadas. Ingresando del periférico hacia los
fraccionamientos o poblaciones antes mencionadas, una luminaria “víctima” de un
borrachazo, permanece tirada sobe el camellón desde hace un par de semanas.
Es de señalar que no todas las
luminarias funcionan, por lo que el ayuntamiento debería tomar medidas contra
la constructora que se encargó de estas, pues el costo fue mayor, y ahora hay
tramos que están totalmente a oscuras.
Además, la basura se observa a
lo largo de ese camellón, ahí falta la colaboración de empresas y negocios
establecidos a los costados de Avenida Adolf B. Horn, ya sea instalando cesto
para la basura o que su departamento de mantenimiento, le dé una manita de
gato, para que así la ciudadanía ponga su granito de arena al colocar la basura
en su lugar. Difícil, si no es que imposible. ¿Verdad?
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