miércoles, 23 de noviembre de 2011

Sólo necesitan un hogar


Atienden actualmente a 34 menores, pero necesitan mayor apoyo

Un gran esfuerzo se realiza en la Casa Formativa y de Asistencia Social San José María Robles A.C. establecida en San Miguel Cuyutlán, donde se atiende a 34 menores víctimas del desamparo, violencia o disgregación familiar. Sin embargo, la escasa ayuda que reciben es evidente, por lo que apenas consiguen su diaria supervivencia.

Ubicada en una superficie de 1,900 metros cuadrados y bajo el cargo de Gil García Mosqueda, la Casa Formativa alberga a niños de 4 a 14 años de edad, quienes han sido canalizados de las Procuradurías Estatal y Municipal, del Consejo Estatal y de algunas familias; actualmente, debido a las carencias que enfrentan, no se aceptan niñas.

Por Jorge López

Gil García, dio a conocer que 24 de los menores estudian primaria, tres secundaria y los restantes permanecen ahí, en espera de que se cubran los trámites correspondientes para integrarlos a planteles educativos, pero todos ayudan en diversas tareas diarias, “Todos aquí nos sentimos como una familia”, expresó el encargado, quien dice que su objetivo es integrarlos a la sociedad, con una vida digna y en el futuro, se puedan valer por si solos.

Los chicos también practican deportes y reciben catecismo tres días a la semana, pero a la casa le falta infraestructura para su mejor desarrollo y para recibir talleres de computación, carpintería, artesanales, entre otros.

Son siete las personas que colaboran en cocina, lavandería, mantenimiento y en disciplina, dijo Gil, quien también reconoció la ayuda recibida por parte de servicios médicos municipales, ya que cada mes asisten dos doctores, un dentista y dos psicólogos, a brindarle atención a los chicos. De igual forma, reciben ayuda de algunos particulares, comerciantes y del Banco Diocesano, así como  de vecinos de Jocotepec que les dan ayuda en especie.

Hacen falta dormitorios, para poder recibir más menores, ya que ante las carencias se han visto en la necesidad de rechazar aproximadamente a 20, por lo que a través de este medio de comunicación, invitan a la sociedad en general e instituciones oficiales a colaborar en la posibilidad de mejorar la vida de quienes se encuentra en esta casa hogar, misma que inició operaciones hace tres años.

Gil recibió la casa en obra negra, pero con trabajo y esfuerzo de un grupo de personas ha venido formando un hogar para estos niños, sin embargo, es indispensable más ayuda, ya que sólo por concepto de renta pagan 13 mil pesos al mes, además de luz, agua, teléfono y medicinas, de las cuales algunas no se han podido comprar por falta de recursos económicos, pero que son indispensables, principalmente para un menor que padece ataques epilépticos, así como otros gastos que se necesitan cubrir.

Finalmente, Gil asegura que con ayuda divina han logrados salir adelante y así lo seguirán haciendo, “Los problemas no son los niños, son los padres, quienes en ocasiones, por adicciones o porque padre y madre trabajan, no atienden a los menores, otros creen que a golpes van a educarlos y unos más los consideran como un estorbo y los mandan a la calle, lo que es lamentable y reprobable”.

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