A diferencia de otras delegaciones del municipio, en Lomas de Tejeda los habitantes no cuentan con plaza pública, por lo que las diferentes actividades a realizar se concentran en la unidad deportiva que fue edificada en el 2011, aunque esto para algunos representa caminar por cerca de 20 minutos.
Esta unidad, a diferencia de las que fueron construidas en delegaciones como San Lucas Evangelista y Cuexcomatitlán, resulta ser de las más utilizadas por vecinos al no contar con otro sitio que promueva actividades recreativas, aún cuando dentro de esta delegación existen dos desarrollos habitacionales que también carecen de áreas verdes.
Por Noemí Figueroa
Es por ello que en determinadas horas este espacio resulta insuficiente para quienes lo visitan, “La zona que más se satura es la de juegos y los aparatos para ejercitarse (…), la cancha para jugar futbol es la más solicitada, pero seguido hay bronca entre los equipos porque todos quieren el lugar o de lo contario se tienen que ir hasta la Cabecera a jugar”, señaló una habitante de Lomas de Tejeda, quien suele hacer uso de las instalaciones.
Aunque este espacio deportivo permanece en buenas condiciones debido al continúo mantenimiento que se le otorga y a que los reglamentos que fueron colocados en diferentes zonas delas instalaciones son respetados , tener acceso a este sitio en temporada de lluvias se convierte en una situación complicada para los visitantes, debido a que la calle Lázaro Cárdenas se convierte en un lodazal, “Y para colmo el agua a veces se queda estancada aquí por días, por lo menos este tramo de la unidad lo hubieran empedrado”.
Dentro de la unidad se encuentra un salón de usos múltiples, al cual solo en determinados tiempos se le otorga un uso, situación contraria a unidades como Chivabarrio, lugar en el que se encuentran establecidas diferentes tipos de actividades con la creación del Centro Cultural.
Quienes prefieren no lidiar con la saturación de visitantes, acuden a hacer uso de las canchas en horarios matutinos exponiéndose a los rayos de sol, pues escasas zonas se encuentran techadas, “Venimos hasta acá porque es el único lugar donde nos dejan jugar tranquilos pero lo malo es el sol tan fuerte, y es que si venimos en la tarde, ya está muy lleno”, declaró un grupo de jóvenes que hacían uso de las canchas de basquetbol, quienes añadieron que les gustaría integrarse a alguna actividad que los impulse a desarrollar nuevas habilidades.
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