A medias, pero lo hicieron

Una manita de gato no le cae mal a ningún fraccionamiento, por ello, los vecinos de Cima del Sol, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, vieron con buenos ojos que una cuadrilla del Ayuntamiento intervenía el ingreso de este conjunto habitacional.

Los funcionarios que acudieron a realizar las labores de limpieza y embellecimiento de las áreas comunes parecían cobrar por destajo, se aventaron todo el trabajo en cuestión de unas horas.

Por Víctor Hugo Ornelas

Recortaron pasto, pintaron mobiliario urbano y colocaron una lona que anunciaba que este lugar sería la sede del festival marometa el martes 24, es decir, al día siguiente de la intervención.

Ahí salió el peine como comúnmente se dice, dicho festival fue el motivo de la intervención, y el hecho de que fuera a instalarse al ingreso del fraccionamiento era la explicación de por qué no habían intervenido las áreas verdes dentro del conjunto habitacional.

Ya limpio el lugar, más tardaron en irse los trabajadores del Ayuntamiento que en salir los vecinos a estrenar el remodelado parque, si se le puede llamar así al conjunto de áreas verdes equipados con columpios, una resbaladilla, bancas y un par de sube y bajas.

Las señoras dejaron de echar chisme en las puertas de sus casas y utilizaron las recién pintadas bancas, los niños quisieron hacer lo propio con los columpios, pero una vez que notaron que solo era pintura lo que les habían puesto y seguían sin servir, desistieron de la idea y mejor corrieron un rato en el pasto libre de maleza.

A simple vista todo se veía bien, pero solo era cosa de acercarse un poco para notar que el trabajo no solo se hizo rápido, sino que fue “al ahí se va”.

A quienes operaron el aspersor para pintar el mobiliario urbano no les importó el asunto ese de la “agenda verde” que tiene el Municipio y así como pintaron las bancas, le dieron una repasada al pasto sobre el cual se encuentran postradas, mismo que de verde solo tiene el recuerdo y ahora luce los tonos naranja y blanco de Movimiento Ciudadano.

En cuanto a la caseta de ingreso se refiere, esta fue pintada en color café, un color institucional que ha adoptado el Gobierno Municipal, sin embargo, el trabajo que se hizo en este módulo es de esos que obligan a decir que solo se trata de una aspirina para el dolor o un trabajo superficial.

Y es que si bien la imagen mejoró bastante sin el grafiti que ya era característico de la caseta, los vidrios rotos siguen en el suelo de la misma que ni una barridita recibió, mientras que aquellos cristales que permanecen en la ventana, en vez de ser retirados, fueron disimulados con pintura.

Aun con este trabajo no tan bien hecho, los vecinos se dicen contentos de recibir atención por parte de las autoridades, aunque a los que nos referimos son aquellos que viven en la parte frontal del fraccionamiento, pues los que están dentro de este, siguen a la espera de que sus espacios públicos reciban mantenimiento.