Pedazos de plástico, algunos trozos de madera, residuos de lámina y cartón, se convierten en materiales de construcción que dan forma a lo que sus dueños llaman patrimonio, pero que para otros se trata de una irregularidad.
Establecidos a las orillas de desarrollos habitacionales, carentes de luz, agua y cualquier otro servicio de los llamados básicos, familias en condiciones vulnerables llevan una vida de marginación y cada noche duermen con la incertidumbre y el temor de que alguien reclame la propiedad.
En estas construcciones no existe cocina, sala o comedor, lo que ellos llaman vivienda se reduce a dos pares de muros y un débil techo, en ocasiones formado con las lonas promocionales de aquellos que les aseguraron bienestar y prosperidad a cambio del voto.
Por Víctor Hugo Ornelas
Un baño es algo que no tendrán, en su lugar se utilizan fosas, no tienen sistema de drenaje ni de agua potable, está la deben acarrear de otras zonas o almacenar la que procede de la lluvia, luz, solo la de algunas velas y energía eléctrica es un anhelo más a los que aspiran.
En Tlajomulco, una comunidad de al menos 100 individuos comienza a surgir, se trata de personas que de acuerdo a lo que declaran han llegado procedentes de diferentes partes del Estado y hasta de otras entidades del país.
Estas personas se establecieron en un terreno que aseguran les fue regalado y se ubica a un costado de la localidad conocida como Loma de Latillas, situada a menos de cinco kilómetros del edificio que concentra la administración pública de este municipio.
El asentamiento comenzó a establecerse a finales de mayo, cuando cuatro familias se instalaron en el predio y comenzaron a elaborar cuartos de lámina y madera, con el paso de los días la comunidad ha crecido y ahora hay más de diez familias que se extienden en el predio y según se aprecia podrían llegar más, dado que existen nuevas construcciones en proceso.
Según lo declaró uno de los integrantes de esta comunidad, los niños de este asentamiento acuden a la escuela en las instituciones donde antes residían y sus padres buscarán acomodarlos en algún plantel cercano una vez que se resuelva la situación legal del terreno, mismo que señaló no se encuentra en litigio y agregó que solamente el abogado que lleva el caso podría dar declaraciones, aunque negó tener alguna forma de contactarlo.
El interés social lejos de su alcance
La fantasía que construyen los anuncios espectaculares que prometen paraísos urbanos y bienestar familiar se encuentra lejos del alcance de estas familias y demuestran que la brecha entre clases sociales es mucho más amplia de lo que se puede ver.
Así lo señala Norma Alejandra Hernández Medina, quien hace nueve años llegó al Rinconcito, un asentamiento irregular con alrededor de 15 años de existencia, “Soy consciente de que no puedo tener una casa y está mal, porque hay personas que queremos superarnos, somos de bajos recursos pero queremos cambiar esa situación y no nos dejan superar”, mencionó.
Para Norma, el gran culpable de esta situación es el Gobierno, “Nos ponen barreras, dicen que no tenemos dinero, que no tenemos ingreso fijo, cualquier pretexto y cualquier cosa para no apoyarnos en conseguir una vivienda”, mencionó nuestra entrevistada que en una casa de lámina, cartón y madera, cría a tres menores.
El Rinconcito se encuentra en un predio que según sus habitantes, fue adquirido por un licenciado y este se encargó de vender la propiedad por lotes, no tiene ningún servicio, “la luz se la robamos a Valle Dorado”, mientras que el agua es un lujo que el Ayuntamiento les facilita una vez cada 15 días o tres semanas.
El Gobierno Federal y Estatal no se para en esta zona, mientras que el municipal ha reducido los apoyos que les brindaban hace algunos meses; los habitantes se dicen sentir excluidos de la sociedad, los programas sociales a los que tienen acceso son limitados y no tienen manera de enterarse de las convocatorias.
Muchos de los habitantes no piden un subsidio, sino un espacio laboral, áreas de recreación para sus hijos e iguales oportunidades y atenciones a las que reciben otros, pues a pesar de estar marginados y no contar con una vivienda legalmente regularizada, no dejan de ser ciudadanos mexicanos y de acuerdo a la constitución, tienen los mismos derechos.
67 familias deben ser desalojadas por riesgo
De acuerdo a datos del Gobierno de Tlajomulco, existen en el municipio 27 asentamientos humanos irregulares distribuidos en predios rústicos, propiedad privada, ejidal o comunal que fueron edificados sin los permisos y autorizaciones municipales, así como fuera de las disposiciones en materia de desarrollo urbano.
Sin embargo, después de que la Dirección de Protección Civil emitiera dictámenes de riesgo, se determinó que tres de estos asentamientos han sido catalogados como “Asentamientos irregulares con alto riesgo” y que debido a las condiciones del predio en el que se ubican, deben ser desalojados.
Arroyo Seco en Santa Anita, Oscar García en San Agustín y el recientemente establecido en la ladera del cerro a un costado de Loma de Latillas, son los tres lugares a desalojar, tienen “Además de todas las complicaciones jurídicas y administrativas, condiciones de riesgo”, señaló Ismael Del Toro, Presidente Municipal.
En estos tres asentamientos se han contabilizado la presencia de 67 familias y un estimado de casi 300 personas, número que se incrementa continuamente, que al establecerse en zonas de riesgo no tienen garantía sobre su integridad.
La pretensión del Gobierno es incentivar a los habitantes de estos desarrollos irregulares a abandonar esos lugares para evitar que queden expuestos a alguna eventualidad, “Que concluya en algún hecho lamentable”, al respecto, en Arroyo Seco el Alcalde señala que el Ayuntamiento “Ha brindado facilidades para que tengan vivienda en algún fraccionamiento ya regular”, sin embargo señaló que las mismas familias de las personas que han apoyado, son quienes vuelven a poblar el lugar, por ello procederán a iniciar el proceso de demolición, el cual cabe mencionar, ya se llevó a cabo con varias edificaciones que se identificaron en el vaso lacustre de la Presa del Ahogado.
Históricamente, Tlajomulco no es un municipio que se caracterice por tener dificultades con asentamientos irregulares, como ocurre con municipios como Tonalá o Tlaquepaque, sin embargo, temen que la colindancia y cercanía con estos municipios pueda ocasionar que algunos de estos asentamientos comiencen a establecerse en Tlajomulco, como está ocurriendo con el situado a un costado de Loma de Latillas, por lo que se buscan medidas de contención para evitar que Tlajomulco tenga las complicaciones que otras demarcaciones en materia de asentamientos humanos irregulares.
En cuanto a las acciones que emprende el Gobierno con los asentamientos ubicados en zonas urbanas, la agenda es la de dotar de servicios, “En esos sí puedo anunciar en algunos de estos asentamientos avances en electrificación, en drenaje”, intervenciones que se llevan a cabo en medida de las posibilidades presupuestales.
En Tlajomulco la dependencia encargada de dar atención al tema de la regularización de lotes y predios es la Comisión de Regularización Municipal, COMUR.
La firma consultora SOFTEC estima que se construyen 250 mil viviendas irregulares en el país cada año, este número representa cerca del 30 por ciento del número de casas que se edifican bajo norma de ley en el mismo tiempo y el cual asciende a un estimado de 800 mil.
Bajo el mismo tema, Gene Towle, Director de la consultora especialista en vivienda, y que advirtió en 2012 sobre un posible boom de asentamientos irregulares, señaló que de acuerdo a la tendencia que existe en la generación de vivienda, “Lo que se puede prever es que la gente tenga dinero para construir y mudarse, pero en asentamientos irregulares o por lo menos desordenados”.
La reciente aparición de un asentamiento irregular en Tlajomulco es solo una muestra de cientos que existen en el Estado, los cuales pueden llegar a cumplir décadas sin que su situación legal se regularice y con ello, cientos de familias se desarrollan en la marginación.
PARA SABER
El INEGI define como Asentamiento irregular: Establecimiento de un determinado conglomerado demográfico con carencia o fuera de sus sistemas de convivencia, en un lugar determinado con categoría de uso del suelo reservado para otros fines político - administrativos diferentes de la ocupación.
El Código Urbano para el Estado de Jalisco señala en sus artículos ocho y diez que es atribución de Gobierno del Estado: Intervenir en la regularización de la tenencia de la tierra urbana como acción de mejoramiento y establecer medidas para evitar la proliferación de asentamientos irregulares.
Y de los municipios Intervenir en la regularización de la tenencia del suelo, para incorporarlo al desarrollo urbano, en los términos de la legislación aplicable, a fin de resolver los problemas generados por los asentamientos irregulares existentes y establecer medidas para evitar su proliferación.
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