sábado, 6 de julio de 2013

Se solidarizan con pescadores de Valencia

Ante las desgracias los pueblos se solidarizan. Cerca de 70 pescadores de las cuatro uniones de la laguna de Cajititlán llegaron el martes pasado a las siete de la mañana a la presa de Valencia para apoyar con las labores de limpieza y recolecta de los miles de peces que murieron por el derrame de melaza a ese vaso lacustre.

Esto ya valió madre”, dijo con asombró y tristeza Juan, pescador de Cajititlán, mientras sostenía la araña e ingresaba al agua oscura  y espesa de la presa El Hurtado en San Pedro Valencia. Al igual que él otros compañeros llegaron por sus propios medios en apoyo a la limpieza de este cuerpo de agua que para la mañana del martes ya no tenía vida.
Por Aarón Estrada


Venimos porque esto nos puede pasar a nosotros y cualquiera, la verdad es muy triste, que poca, ojalá y se castigue a los responsables”, señaló Martín, quien descargaba costales de su camioneta para proceder a la limpieza y preparaban las botas para ingresar a el agua contaminada al parecer con melaza y ordenaba a sus compañeros en diversas cuadrillas para limpiar por fuera la presa que se encuentra en un 10% de su capacidad.

Nos recibieron muy bien los compañeros de Valencia, con gusto, llegamos desde las siete de la mañana y hemos empezado a trabajar, porque sabemos lo que se siente perder tu fuente de ingresos”, dijo David, ya cuando el reloj marcaba  las 12 horas del martes, mientras tomaba un refrigerio y repartía vasos para que todos los que estuvieran apoyando en la limpieza de la presa se refrescarán un poco.

Incluso a estas labores de limpieza se sumó el Regidor de Tlajomulco, Juan Cortés, quien con botas de plástico y rastrillo comenzó a retirar el pescado muerto, “Venimos aquí porque yo también soy pescador, antes vendíamos nuestro producto aquí , sabemos lo que están pasando estas gentes y en lo que los podamos ayudar aquí estaremos”, afirmó.

En sus inicios como destino campestre los restaurantes de la laguna de Valencia para poder atender la demanda de comensales que venían por ceviche o pescado, recurría a comprar este producto a los pescadores de Cajititlán, de ahí es que proviene este lazo entre ambos pueblos.

Ahora su visita no fue con fines comerciales, sino en apoyo sanear esta laguna que ha parecido un ecocidio. Cuyas agua lucen espesa y negra como petróleo, con fétido aroma a pescado podrido, una presa que se ha quedado sin vida en plena celebración del patrono de Valencia, el apóstol San Pedro.

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