Los restaurantes se encuentran cerrados, en estos días no están presentes los jóvenes universitarios conviviendo a orillas de la presa y una larga cinta roja con la leyenda “peligro” se extiende por la zona de restaurantes anunciando que el paso se encuentra restringido, pueblo fantasma podría ser una descripción para San Pedro Valencia.
El estado del agua dista mucho de aquella explicación que la describe como inodora e incolora, el tono oscuro y el hedor que emana de la presa harían desconfiar a cualquiera, aquellos que la estudian desde que ocurrió lo que la gente de pueblos vecinos llaman “la tragedia”, se muestran optimistas.
Por Víctor Hugo Ornelas
“La presa ha recuperado nivel, ya no huele tan mal ni tiene el color que tenía hace unos días”, señaló un funcionario de la Comisión Estatal del Agua, mismo que calcula a ojo de buen cubero que esta podría recuperarse en un año con la ayuda de los aireadores de agua que se colocaron.
Sorpresivamente, del otro lado de la presa Hurtado un par de hombres recostados sobre la hierba esperan que pique un pez, “Aquí se llama presa del Novillero, aquí no hay problema, no se contaminó y siguen habiendo peces”, señaló uno de ellos mientras acomodaba su improvisada caña de pescar.
En una pequeña bolsa negra guardaba un par de tilapias que ya habían mordido el anzuelo, el agua en esta presa tiene un tono muy distinto, como aquel que se produce al agitar la tierra que descansa al fondo de un arroyo cristalino, solamente un muro divide estos dos vasos lacustres, pero la diferencia es abismal.
Pero la contaminación del agua en la Presa Hurtado, la muerte de los peces y la cuarentena no solamente afectaron a los 400 habitantes de San Pedro Valencia, a unos kilómetros, en San Antonio Mazatepec, el centro de salud ha recibido más visitas de lo normal.
“Ha venido gente con molestias en las vías respiratorias, alguna sensación extraña en la garganta, hasta ahorita nada grave”, refirió personal del centro, que cabe hacer mención, se encuentra construido a menos de 8 metros del arroyo que conduce a la presa y que se presume fue el camino que recorrió la melaza.
El impacto de lo ocurrido en la presa aun no se digiere por algunos pobladores que tratan de encontrar explicación a algo que no podrán cambiar, mientras tanto, en Tlajomulco la omisión de los funcionarios involucrados en aquella inspección del 17 de junio tuvo consecuencias que algunos esperaban que podrían ser ejemplares, pero que dejaron diversas cuestiones por responder.
Suspenden de 15 a 30 días a servidores por el caso de la presa
La sanción es por no informar a la presidencia y no por responsabilidad en el derrame de melaza
Tras una investigación de cinco días, el Ayuntamiento de Tlajomulco determinó la sanción que impondrá a los servidores públicos que se vincularon con hechos relacionados al derrame de melaza que afecto la presa Hurtado en Valencia, municipio de Acatlán.
El Alcalde Ismael Del Toro informó que la Contraloría Municipal y la Secretaría General, dependencias encargadas del caso, determinaron una responsabilidad administrativa por parte de José Ángel García Márquez titular de Medio Ambiente y Ecología y Felipe López Sahagún, Director de Protección Civil, misma que como consecuencia conlleva una suspensión laboral sin goce de sueldo de 15 a 30 días y la reestructuración de la Dirección de Ecología.
Sin embargo la sanción no obedece a la contaminación de la presa por melaza o la muerte de peces, sino debido a que estos servidores públicos no dieron informe a la Presidencia sobre la inspección y el Alcalde tuvo conocimiento de la intervención municipal a través de un documento revelado varios días después de reportarse la muerte de los peces y de declarar desconocimiento sobre el caso.
“La actuación de los funcionarios fue correcta, hicieron su trabajo conforme a la norma, advirtieron el mismo día que había un derrame, clausuraron, señalaron a un responsable”, mencionó el Alcalde para explicar el criterio que se utilizó para la sanción anunciada y agregó que la única omisión fue “La deficiencia de información al Presidente Municipal de que había habido esa inspección”.
El mandatario explicó que la responsabilidad penal recae en el dueño del potrero, sin embargo justificó a los funcionarios de su administración bajo el argumento de que al tratarse de un producto orgánico, la melaza no representó para los inspectores un riesgo que pudiera generar las consecuencias que tuvo, por lo tanto no hubo omisión de los funcionarios, además aseguró que la Dirección de Ecología dio parte del derrame a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) el 28 de junio, (vía telefónica) pero ésta se deslindó de responsabilidad al señalar que el asunto no era de su competencia, al no considerar la melaza como un contaminante.
La siguiente semana, el Municipio podría dar a conocer los resultados de un estudio que corre a cargo de técnicos veracruzanos especialistas en la materia, con lo que esperan demostrar que el agua de la presa contiene otros agentes contaminantes, tal como lo advierte el municipio de Acatlán de Juárez en su Plan Municipal de Desarrollo.
Cabe hacer mención que aunque la sanción a los directores ya citados fue por falta de comunicación, estos se enteraron de la misma a través de los medios de comunicación, pues antes de la rueda de prensa no se les había informado de la suspensión interpuesta en su contra.
SEMADET responde a Tlajomulco
Dentro de la investigación generada por Tlajomulco, se señaló a la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) como la responsable “De la gestión e identificación de los residuos de manejo especial, como la melaza”, así como de la responsable de “La autorización para el establecimiento y operación de centros de acopio de residuos de manejo especial”.
Esta declaración no fue del agrado de Magdalena Ruiz Mejía, titular de la dependencia estatal, quien señaló que no es momento de buscar culpables, sino de actuar y buscar resarcir un daño que consideró como “Un desastre generado por la irresponsabilidad de una empresa y la omisión de la autoridad”, además reviró los señalamientos de Tlajomulco pues dijo que el municipio siempre es el “que debe autorizar una empresa o giro” en una primera instancia.
La funcionaria estatal negó también que no exista comunicación entre la dependencia que encabeza y el municipio de Tlajomulco, incluso dijo que hay oficios, llamadas permanentes y colaboración de su personal técnico con los servidores públicos de Tlajomulco.
En lo que se refiere a la casusa de la muerte de los peces, Magdalena Ruiz sostuvo que con la cantidad de melaza que cayó en la presa, la presencia de otros contaminantes sería un tema secundario y aseguró que el producto orgánico fue el motivo de la muerte al consumir el oxígeno de la presa.
Mencionó también que el caso de la Presa Hurtado debe de servir a instancias municipales y estatales en diversos aspectos, desde la prevención a las medidas de contingencia que se deben seguir, la coordinación y la responsabilidad de las instancias para determinar responsabilidades.
En cuanto a la sanción que anunció Tlajomulco hacia los servidores públicos, la titular de SEMADET dijo que el tema no es de su competencia, pero que si “el daño ecológico a esa magnitud, la muerte de cerca de 500 toneladas de peces y la afectación de 180 personas en su actividad económica se paga con 30 días” de suspensión, es una valoración que corresponde al municipio y que ella respeta.
Acatlán se manifiesta
Para el jueves 11 a medio día, un grupo de alrededor de 60 personas provenientes de Valencia en Acatlán de Juárez, acudieron a las inmediaciones del Centro Administrativo Tlajomulco “no para pedir, para exigir” -como lo mencionó un manifestante- la reparación del daño sufrido en la presa Hurtado.
Alberto Uribe Camacho, Secretario General del Ayuntamiento de Tlajomulco fue el encargado de recibir a los molestos habitantes de Valencia que recriminaron al funcionario la sanción que impuso el Municipio al Director de Ecología, “Es una burla, va a pagar con 15 días de salario lo que nosotros vamos a padecer durante cuatro (años), esas son una vacaciones”, señaló Eduardo Reyes, presidente de la cooperativa Los Pinos de Hurtado.
Los manifestantes pidieron al funcionario que si tienen intensión de apoyarles, acudan al poblado de Valencia y lleguen a un acuerdo con la gente, situación que podría darse durante el fin de semana, según lo mencionó Uribe Camacho, de lo contrario, los pescadores y restauranteros sentenciaron que el lunes volverían a Tlajomulco para plantarse afuera de su edificio administrativo.
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