La colonia El Ahuertero sugre de grave deterioro por lluvias y malas obras |
En Tlajomulco Cabecera, específicamente por la calle
Flaviano Ramos, hacia el norte, se puede observar un drástico cambio de
panorama en comparación con su tramo más céntrico, ya que este sí está
urbanizado y bien construido, pero a sólo cuatro cuadras se pierde el
“glamour”.
La colonia el Ahuertero, también conocida como el Zapote,
es una de las zonas en las que los servicios han llegado poco a poco, pero es
la temporada de lluvias la que siempre preocupa a sus habitantes, debido al
gran daño que sufren sus calles de terracería.
Actualmente se puede observar esta vía principal en
pésimas condiciones, tanto por las lluvias como por las obras de conexión del
macrotanque de agua que se realizaron hace algunos meses, en las que las
tuberías que alimentan al contenedor fueron instaladas a un extremo de la
calle, pero después de su colocación, la zona no fue compactada adecuadamente,
lo que propició que el deslave fuera más acelerado.
En Por Ángel Barajas
“Hace como quince
días se cayó el de la basura a la zanja, se quedó ladeado y tuvieron que
hablarle al de la máquina, ya no suben hasta acá, ya nada más llegan a la
esquina y acarrean la basura”, nos contó la señora Blanca, que al ser
comerciante también ha tenido contratiempos con los camiones refresqueros,
debido al mal estado de la calle, que es un peligro latente.
También está el caso de Horacio, que al ir saliendo de su
cochera con un camión “rabón”, se hundió en la calle, literalmente. Comenta que
esto fue al principio de la época de lluvias y al parecer, la tierra se había
reblandecido en la zona de la tubería y al pasar con el vehículo, el suelo
sucumbió al peso. Tuvieron que acudir a una retroexcavadora para poder sacar el
vehículo, pues las dos llantas delanteras ya no se alcanzaban a ver.
Sumadas a las pésimas condiciones de la calle, se pueden
encontrar varias mangueras del suministro de agua descubiertas, de las cuales,
muchas presentan fugas, porque los autos pasan por encima y esto provoca que el
terreno esté constantemente blando. Esto ocasiona que los vehículos tengan que
hacer un mayor esfuerzo al transitar por el sitio, incluso, cuando está
lloviendo se vuelve prácticamente imposible.
Debido a que la calle Flaviano Ramos es uno de los
bajantes de los cerros, toda el agua que es captada, así como los residuos que
son arrastrados por toda la zona, desembocan en la calle Abasolo, lugar en el
que ya es normal la acumulación de lodo, piedras, ladillos, entre otros
materiales, además de los taponamientos de las alcantarillas.
Según nos comentaros los habitantes, hace poco más de
tres semanas, una cuadrilla del ayuntamiento acudió al lugar para hacer algunos
arreglos en la zona, intervención que no obtuvo los resultados esperados, por
lo que se espera que en los próximos días se ejecute un nuevo plan emergente
para corregir los desperfectos que han afectado notablemente a los habitantes
de esta parte de la calle Flaviano Ramos.
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