La ola de robos de metales resulta imparable, ya no
respetan nada
El vandalismo producto de varios aspectos no satisfechos
en la sociedad, como consecuencia, también genera
pérdidas incuantificables al Municipio, luego de que los delincuentes se dan a
la tarea de robar, principalmente, material de metal, para venderlo, y en otros
casos destruir, sólo por diversión edificios, parques y plazas.
Tapas metálicas de alcantarillas, cadenas, bancas,
estructuras metálicas, rejas de bocas de tormenta y hasta basureros, resultan
un atractivo botín para los vándalos que deambulan por las calles de Tlajomulco
en busca de cualquier metal que les reditúe una suma de dinero, y no
precisamente para la manutención de su hogar o familia, sino en muchos casos,
para satisfacer sus adicciones.
Por Jorge López
En horas se roban
todo
Otros ejemplos se observan en las principales avenidas
del mismo fraccionamiento, donde se instalaron vallas metálicas en los canales
pluviales, donde en algunos tramos ya no existen.
En los espacios públicos o áreas verdes, el Municipio
instala juegos para los niños, columpios, sube y baja, resbaladillas y
volantines, entre otros, pero en menos de una semana los juegos metálicos están
mutilados, pues los vándalos, por las noches llegan con herramientas y se dan a
la tarea cortarlos, para ir a malbaratarlos en los negocios mejor conocidos como chatarreras, donde
algunos les compran todo tipo de metales sin importar su procedencia.
También, se instalan lámparas en jardines y en unas
cuantas horas ya no funcionan, porque se roban los cables, tapas y hasta las
luminarias.
Se llevan hasta
las bancas
Las estructuras para el techo y las bancas de metal
colocadas en parabuses, espacios públicos y jardines, se las llevan completas
en cuestión de minutos, “Por la tarde-noche están ahí, al día siguiente ya no”,
asegura personal del gobierno municipal.
“Los percances automovilísticos, principalmente
nocturnos, colaboran también en la devastación de estructuras metálicas,
regularmente en canales y postes. Los derriban, huyen y antes de que lleguemos,
no falta el acomedido que intenta cortarlo y llevárselo”, señalaron finalmente.
A esto hay que aunarle el graffiti que se plasma en
bardas, paredes y todo espacio propicio, donde los “artistas” expresan sus
inquietudes sin respetar propiedad privada o municipal.
Sanciones menores
En la dirección de seguridad pública, el director de
jueces municipales, informó sobre las sanciones a que se aplican a quienes son
sorprendidos perjudicando propiedad municipal, y mostró el Bando de Policía y
Buen Gobierno del Municipio de Tlajomulco de Zúñiga, en el que establece en su
artículo 25, fracción I: “Dañar o hacer
uso indebido de monumentos, fuentes, estatuas, anfiteatros, arbotantes o
cualquier construcción de uso público o muebles colocados en parques, jardines,
paseos o lugares públicos, será sancionado con el equivalente de 6 a 10 veces
el salario mínimo vigente”.
Y en su artículo 36, fracción II, establece: “Rayar, marcar, ensuciar o deteriorar las
fachadas, puertas o ventanas de inmuebles cualquiera que sea su naturaleza o
destino, árboles, bardas, muros de contención postes o construcciones similares
sin consentimiento de sus propietarios o cuando se afecte el paisaje y la
fisonomía del Municipio. La sanción es de 11 a 15 veces el salario mínimo
vigente en el Municipio”. A pesar de
ello no hay datos registrados sobre alguna detención por daños a propiedad Municipal.
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