martes, 24 de julio de 2012

Invaden San Agustín


Las máquinas de azar, lejos de desaparecer se multiplican



Ante la presunta red de corrupción que opera en lo referente a las máquinas de juegos de azar, para  evitar que funcionarios del ayuntamiento las retiren de sus locales y sean multados, habitantes de San Agustín que cuentan con este tipo de aparatos, optan por sacarlos, encenderlos, destaparlos  por la tarde- noche, cuando –aseguran ellos- no hay riesgo de que venga autoridad alguna.

Propietarios de pequeños comercios las sacan de la trastienda, otros les quitan la tela y mercancía que las cubren y hay uno, que incluso la tiene en la cochera de su casa para que a través de los barrotes, las personas  puedan meter la mano, depositar y jugar.

Las máquinas  tragamonedas o de azar reaparecieron en San Agustín, presuntamente protegidas por algunos funcionarios del gobierno municipal, denuncian padres de familia, quienes lamentan que, en muchos casos, sean señoras las que acuden a esta práctica de juegos, y luego protestan porque sus hijos, “Quieren estar metidos todo el día en las maquinitas”.

Por Jorge López

Esto se ha convertido en un círculo vicioso, donde presuntamente hay contubernios y los que tienen dichos aparatos en sus negocios o casas, se niegan hacer comentario alguno o dar algún dato para contactar a quien se las proporciona.

Prohibidas por la ley

Estas máquinas de azar se observan en todo tipo de negocios establecidos, pese a estar prohibidas por la Ley Federal de Juegos y Sorteos desde 1947; sólo la secretaría de gobernación puede autorizar y vigilar  los sitios donde operan.

Al cuestionarle a los propietarios de negocios si tienen conocimiento de que estas máquinas están prohibidas, que las autoridades se las pueden quitar y aplicarles una sanción económica, la respuesta fue con sorna, “A poco se van a quedar sin su chivo, vienen puntualmente cada quincena, nos ponemos la del Puebla y no hay problema”.

“Ellos saben cuantas maquinitas hay y quién las tiene, entonces cómo va a venir por ellas, vienen pero no por ellas, sino por su mochada”; “Ya se van (fin de la administración) y tienen que irse cargados, pues algunos se quedarán sin chamba”, aseguran.

“Hay muchas señoras que vienen a jugar, no sé si por la situación, pero cuando ganan dicen que ya sacaron lo del chivo”;  “Hay quienes permanecen jugando casi una hora y no hay poder que las retire”; “Vienen, juegan, se van y luego cuando sus niños vienen a jugar vienen por ellos y se los llevan a golpes”, son las declaraciones de algunos propietarios de negocios.

Aseguran unas cuantas

El ayuntamiento retiró, el pasado fin de semana 23 máquinas de azar, en diversos puntos del Municipio como Chulavista, Santa Fe, Eucaliptos, Agaves, El Zapote, Alameda, entre otros. La sanción económica a la que se hacen acreedores quienes tienen este tipo de tragamonedas, puede ser hasta de doce mil pesos.

Además estas máquinas causan adicción, lo que puede convertirse en un lastre para la vida de las personas. Ahora, en vacaciones, ante la falta de espacios públicos, áreas verdes y sitios de sano esparcimiento para jóvenes y niños, las maquinitas se convierten en foco de atención para ellos, ante la indiferencia o contubernio de las autoridades municipales.

¿Mafias?

Finalmente, Abelardo Caro, encargado de la dirección de inspección y reglamentos expresó su malestar porque muchas de las máquinas que retiran de diversos establecimientos y son entregadas a la PGR, “reaparecen”, sin explicación, en diferentes puntos del Municipio.

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