Planean rescatar y hacer público el archivo histórico, formaría parte de la biblioteca pública municipal |
En recientes años, se ha hablado de que en Tlajomulco
carecemos de identidad, sobre todo por el hecho de que ahora, la mayoría de
quienes viven en este Municipio no son nativos de aquí y es complicado para
todos ellos conocer la historia de esta localidad.
Pero la identidad del Municipio sí existe, esta descansa
en 284 cajas de cartón que se encuentran en el rincón de una finca en la calle
Flaviano Ramos de la Cabecera Municipal, y que forman parte del archivo
municipal, en conjunto, estas cajas albergan miles de documentos que son la
prueba física de los hechos que ocurrieron en la historia del Municipio de
Tlajomulco, que le dieron identidad e independencia.
Los documentos más longevos datan del año 1600, algunos
aún se encuentran escritos en la lengua original de estas tierras, El Náhuatl,
lamentablemente, no muchos de ellos pueden presumir estar en óptimas condiciones,
y aunque poco a poco van siendo restaurados, no se tienen las herramientas
necesarias para un buen trabajo.
Por Víctor Hugo Ornelas
La historia del
archivo municipal
Aunque es un verdadero patrimonio municipal, el archivo
era tratado como un montón de cajas con documentos, que alguien sabía que se
tenían que guardar, pero ni siquiera conocía su contenido y fue hasta 1994
cuando se instituyó el archivo municipal como tal. Con lo anterior se logró
meter el archivo en el mapa de la administración y se le asignó un presupuesto,
más ello no significó gran cosa en cuanto a su cuidado y mantenimiento se
refiere.
A pesar de que cada vez más documentos llegan a formar
parte de este registro, lo cierto es que muchos de ellos comenzaron a perderse,
algunos del archivo histórico otros del administrativo, se extraviaron cartas,
fichas y hasta escrituras, casualmente, en ese tiempo, algunos políticos se
hicieron de predios, terrenos y fincas como por arte de magia.
En 2004 el archivo municipal era resguardado en cajas de
plástico que se apilaban desde el piso hasta el techo, por si eso fuera poco,
estaban resguardadas en un lugar que tras cada fuerte lluvia se inundaba, por
lo que los documentos de la parte baja se mojaron y deterioraron, pero tal como
algunas personas dicen, a veces es necesario tocar fondo para comenzar a subir,
y el archivo municipal, ya lo había tocado.
Los trabajadores que tienen mayor antigüedad en el
archivo, comenzaron a laborar precisamente entre ese 2004 y 2005, se trata de
José Cortés, que se desempeña como restaurador y Efrén Miramontes que es
auxiliar administrativo. Ambos recuerdan que el primer reglamento del archivo
se realizó en 2005, sin embargo, “Era más bien como un reglamento interno, pero
nadie fuera de aquí (del archivo) lo respetaba, les decíamos que se debían
entregar las cajas de cierta manera y venían y las dejaban como querían”. Fue
también entre 2004 y 2005, cuando los trabajadores comenzaron a recibir
capacitación una de las primeras tareas que recuerdan, luego de algunos cursos,
fue el mudar el archivo de las cajas de plástico a cajas de cartón, adquirir
algunos anaqueles y comenzar a rescatar documentos que se encontraban sumamente
dañados.
Pero fue hasta 2010 cuando se elaboró, se sometió a
votación del pleno y se aprobó el primer reglamento municipal, se crearon los
cargos de restauradores y comenzó a tomar mayor importancia el archivo
municipal, pero no todo fue agradable, el archivo fue cambiado del sitio donde
ahora se ubica el DIF municipal a la planta baja de un centro nocturno en la
calle Flaviano Ramos de la Cabecera Municipal, donde la humedad, falta de luz,
plagas de insectos y hasta ratas, ponen en riesgo el bienestar de ese
patrimonio cultural.
Actualmente, cada mes se deben realizar fumigaciones, se
deben restaurar algunos documentos y se trabaja también en la digitalización
del archivo en general, sin embargo, como algo sorprendente, el archivo cuenta
con un presupuesto anual de apenas 300 pesos, y para complicar las cosas, el
material que se necesita para restaurar los documentos, como el papel japonés,
se puede solamente conseguir en la ciudad de México, pero al tratarse del
gobierno como cliente, la empresa que lo subsidie tendría que darse de alta
como proveedor de Tlajomulco, cosa que se ve complicado que pueda ocurrir si la
compra del Municipio sólo es de dos o tres pliegos del ya mencionado papel.
Planean rescatarlo
La administración actual no concluirá sin que el archivo
municipal sea rescatado, ese fue el compromiso que asumió Alberto Uribe
Camacho, presidente municipal interino de Tlajomulco, y es que ya existe un
proyecto que contempla mudar el archivo a los cruces de las calles Escobedo y
Ocampo, dónde anteriormente era el DIF municipal, “Estamos arrancando en las
antiguas instalaciones del DIF, para hacer un archivo municipal digno y serio”,
comentó Uribe Camacho.
El actual alcalde dice conocer la importancia de un
archivo para cada Municipio y por ello, apostará a dedicar lo que resta de su
gestión para lograr mejorarlo en la medida de lo posible, “Yo insisto que los archivos municipales deben tener un trato
preferencial, porque parte de la historia se encuentra ahí”, señaló.
Dijo también que el archivo, que se divide administrativo
e histórico, es de acceso público, por lo tanto, documentos del archivo
administrativo puede ser solicitados por medio del instituto de transparencia,
en tanto que del archivo histórico, una vez que se haga la mudanza, podrá ser
realmente de consulta, incluso indicó, que el objetivo es que el archivo
histórico forme parte de la biblioteca municipal, lo cual se logrará si tras la
consulta ciudadana la gente aprueba la habilitación de la biblioteca en la
antigua presidencia municipal.
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