No sólo en Tlajomulco

Otras partes del mundo también tienen mototaxis en sus calles
como medio de transporte

Quién pensaría que nuestro Municipio, algunas ciudades de Sudamérica, Tailandia y el Medio Oriente, tengan una similitud que circula por el largo y ancho de sus calles: los mototaxis.

Yuridiana sale a las siete de la mañana de su casa en Santa Fe, el camión que aborda para ir a su trabajo pasa sobre Avenida Concepción, que se encuentra a varias calles de su casa, tomar otra ruta para acercarse es cosa de locos, a esa hora, todo el transporte público está completamente saturado, la opción entonces es un mototaxi.

En la esquina de su casa estas unidades pasan una tras otra, -se estima que hay cerca de mil motos operando en esa zona– encontrar una en servicio no es problema, si Yuri tiene algo de suerte le tocará un mototaxi con permiso, su operador estará capacitado, vendrá sobrio y será amable y no le cobrará, sólo aceptará la cuota que Yuri decida darle. Sin embargo, hay mayores probabilidades de que la chica aborde una unidad pirata, el conductor no cuente con las medidas de seguridad necesarias, quizá sea menor de edad o se encuentre en estado inconveniente, además, intentará cobrarle por el servicio una cantidad no menor a los diez pesos.

Por Víctor Hugo Ornelas

A 11,592 kilómetros de ahí, en el continente Asiático, sobre el hemisferio norte, se encuentra Chennai, una ciudad de la India que es frecuentada por María Giovanna, ella es una periodista newyorkina que escribe para medios hindúes; Cuando llega al aeropuerto de la ciudad de Oriente la espera Ramu, un operador de autorickshaws, que no son otra cosa que los mismos mototaxis que en Tlajomulco conocemos y que su traducción en español sería algo así como remolque motorizado.

Ramu dirá “Hallo, Ma’am” a María y la llevará a su destino por un precio aproximado de 11 rupees por kilómetro, algo así cómo dos pesos con 70 centavos por kilómetro, una tarifa ya establecida y que todos respetan, usuarios y operadores.

Los mototaxis también son comunes en la India, Sri Lanka, Mumbai y en Tailandia, pero en este último lugar son un poco más grandes y la gente los llaman tuk-tuks, la mayoría son de un mismo color, tal como los taxis en México, y a diferencia de las unidades que vemos de un lado a otro en nuestro Municipio, los del continente asiático no portan publicidad electoral ni calcomanías de sindicatos o agrupaciones políticas.

En Tlajomulco, además de las unidades pirata, los problemas con los mototaxis se extienden a asuntos de seguridad pública, puesto que en algunas ocasiones han sido señalados como unidades en las que se vende algún tipo de droga, se asalta a usuarios, o se les relaciona con eventos delictivos como robos a casa habitación.

Los problemas no son exclusivos de nuestro Municipio, en los Países de Oriente, los autorickshaws o tuk-tuks, tienen fama de ser operados por personas un tanto difíciles de tratar, quizás a causa del estrés acumulado de varios días, a pesar de ello, en lo operativo parecen haber logrado regularizarlos como un servicio de transporte completo y siguen normas que de quebrantar, representan severas sanciones, “Tienen que tener licencia para conducir con pasajeros y es una cosa seria si te pillan sin licencia, y ni me hables de que si uno está tomado”, dijo María Giovanna con respecto a los autorickshaws.

Además de Jalisco, Chennai, Sri Lanka y Mumbai, los mototaxis han sido implementados como medio de transporte en algunas ciudades de Sudamérica, principalmente en Perú; en cada lugar los han ido adecuando de acuerdo a su cultura, normas legales y necesidades, por lo que nunca está de más conocer las distintas formas de operar de este gremio en diferentes partes del mundo, aprender de sus errores y aprovechar sus aciertos en pro de mejorar su operación en nuestro Municipio, porque de eso trata la globalización.