El precio de la ley

Por Víctor Hugo Ornelas

Si usted se pregunta cuál es la razón del por qué los mototaxis violan las normas establecidas para su operación sin que los agentes de vialidad intervengan, la posible respuesta nos la da un operador de estas unidades de transporte público.

El entrevistado por este semanario, conductor de una unidad, que por obvias razones solicita el anonimato, comentó parte de la problemática que existe en su gremio y cómo se las arreglan para sortear a los policías viales o en su defecto ponerse de acuerdo con ellos.

Señaló “Se supone que no debemos circular fuera de Chulavista y Santa Fe, pero tú lo has visto, ya hay mototaxis por todos lados, cuando sabemos que hay tránsitos por aquí o que hay operativo, muchos guardan sus motos”.

Sin embargo, al parecer hay quienes prefieren “arreglar” las cosas y no tener que estar escondiéndose de los elementos de vialidad, por lo que la táctica se vuelve totalmente diferente.

“Llegan ahí al mezquite (terreno frente a las vías a la altura de Santa Fe) y te dicen ahí mismo que se junten una lana y que los dejan transitar por Avenida Concepción del Valle”.

Según lo que mencionó este hombre, la patrulla de vialidad se convierte en un centro de recaudación, los mototaxistas pasan y dejan su cuota en el interior de la unidad y con ello pueden circular, “Se cooperan como de 10 ó 15 pesos por moto, ya con eso no te molestan”.

El número de mototaxistas que participan en este tipo de situaciones es inexacto, aunque señaló que estima sean al menos 100 motos implicadas. Pero al parecer este no es el único negocio de los agentes viales, ya que el acoso a los mototaxistas puede resultar sumamente redituable.

“Una vez me pararon por no traer casco, me pidió mis papeles y me dijo que si no me iba a mochar, le dije que no, que me hiciera la multa y cuando supo quien era el dueño de la moto me dijo que le hubiera dicho desde antes para no hacerme el folio.”

La carencia de transporte público se ha convertido en el principal aliado de los mototaxistas, que abusan (algunos) de los usuarios, al cobrar cuotas por el servicio, aún cuando eso está prohibido, además se adueñan de las calles e invaden algunos otros fraccionamientos a pesar de la oposición vecinal.

En los fraccionamientos Valle Dorado, Real del Sol, Cima del Sol, La Fortuna, Las Luces, La Arbolada, Vistas del Valle y Jardines de la Hacienda, los mototaxistas operan sin la menor preocupación por salir de la zona permitida y confiados de que a pesar de representar un problema se han convertido en la necesidad de muchos usuarios.

Al respecto una habitante de Valle Dorado comentó: “Aquí ya se metieron, pero la gente no los quiere, los días de tianguis tapan la mitad de la avenida y hay quejas de los vecinos, son muy atrabancados para manejar, nosotros no los queremos aquí”.

Nuestro entrevistado aceptó que se han salido de control y mencionó que uno de los principales problemas son los mototaxis pirata, la situación se agrava cuando aquellos que se deberían encargar de hacer cumplir la ley se convierten en parte del problema y lo fomentan por medio de la corrupción.

Los señalamientos hechos por el mototaxista son serios y de ser ciertos, es obligada la sanción a los policías viales involucrados, lo que también vuelve muy cuestionable la forma en que se supervisa el trabajo de los agentes de vialidad.

Más aún, queda en el aire la pregunta de quién está detrás respaldando a los mototaxis, pues si bien representan un buen negocio por el servicio que ofrecen, también lo son para aquellos quienes los comercializan y han puesto sus ojos en Jalisco para introducir este tipo de unidades, de las cuales se estima que hay más de 900 en el Estado.