El cementerio de la delegación de
Cajititlán, se encuentra en deplorables condiciones y caminar entre las tumbas
de quienes han sido sepultados ahí, se ha convertido en una situación
complicada.
La imagen de ese panteón es contrastante,
su arco de ingreso y banqueta principal son bastante amplias, ahí hasta tiene
piso de cerámica, pero es el único lugar donde se puede pisar sin temor de
estar parado sobre una tumba.
A este recinto se le han hecho mejoras en
los últimos años, pues a mediados de la administración anterior, se levantó el
mamposteo en la parte posterior, el cual tenía bastante tiempo de haberse
derrumbado y varias tumbas que se encontraban en esa zona ya estaban en peligro
de ser arrastradas por la erosión.
Por Noemí Figueroa
Sin embargo, la población ahora solicita
que además de haber colocado el mamposteo, las autoridades consideren construir
una barda perimetral para evitar futuros problemas, tanto en el mismo
cementerio como a los vecinos del lugar, “Con el agua de lluvia, la tierra del
panteón se empieza a regar por todos lados, porque no hay barda que la
detenga”, comentó Doña Guadalupe, vecina cercana al panteón.
La barda, a pesar de su importancia, es el
menor de los problemas, pues en su interior todo parece estar en ruinas. Entre
las tumbas de este cementerio se encuentran desechos de basura que van desde
envases de refrescos, envolturas de alimentos, botellas de bebidas embriagantes
y por si fuera poco, flores secas y agua estancada que permanecen en las tumbas
desde noviembre pasado y restos de veladoras, “Hace mucho que no se para alguna
autoridad para ver qué se le puede hacer al panteón, la barda hace mucho tiempo
que se cayó y ahí medio la repararon, pero el panteón, algunas personas hasta
lo usan como baño público”, agregó la señora Guadalupe.
La saturación de tumbas que existe en este
cementerio municipal impide el libre paso a quienes visitan el lugar, debido a
que muchas de ellas fueron construidas sobre lo que alguna vez fueron
andadores, por lo que para acceder a las delimitaciones del cementerio es
necesario buscar los pocos espacios vacíos que restan para el paso de los
visitantes.
Esta improvisación en la autorización de
fosas en los pasillos, se debe a que ya no existen lugares disponibles para
sepultar a los difuntos de la zona; desde hace años, el ayuntamiento no realiza
venta de lugares, simplemente porque ya no hay, por lo que al morir alguna
persona de la población, se autoriza de manera extraordinaria, que sea
sepultado y es responsabilidad del sepulturero encontrarle un lugarcito.
Para solucionar la falta de espacio, se
inició la construcción de varias criptas, para depositar ahí los restos
exhumados de personas que así lo deseen o cuyas tumbas no han sido visitadas
durante años, de las cuales no se han pagado los derechos por mantenimiento a
que tienen obligación los titulares de la sepultura, sin embargo, esta obra
también quedó inconclusa, misma que además de generar muy mal aspecto, ocupa
espacio que está haciendo falta. Una señora que estaba en el panteón nos
comentó al respecto, “Dijeron que harían un recinto para las cenizas, pero
hasta ahorita no lo han terminado”.
Cabe destacar que en este cementerio
existen sepulcros con cerca de 100 años de antigüedad, algunos de los cuales
marcan el año de 1920 como fecha de sepultura, mientras que otros más datan de
fechas muy recientes en sus lapidas, por lo que habitantes de Cajititlán no
sólo consideran como urgente la remodelación de las instalaciones de su
cementerio, sino también solicitan la
creación de un nuevo panteón que les resuelva la saturación de tumbas y la
falta de espacio para sepultar a sus difuntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario