Siguen operando

Más tarda el Gobierno Municipal en planear el siguiente operativo para decomiso de máquinas de azar y su correspondiente destrucción, que los propietarios en llenar las tiendas de nueva cuenta con estas tragamonedas prohibidas por la ley.

Estos equipos se han convertido en un cáncer social y quienes las operan parecen burlarse de la autoridad municipal, estatal y federal con la mano en la cintura, lo que demuestra que el negocio de unos cuantos puede estar por encima de la ley.

Por Víctor Hugo Ornelas

Ante los operativos de decomiso y destrucción de máquinas tragamonedas, los propietarios de estas le respondieron al Gobierno Municipal instalando nuevo equipo, incluso en los mismos domicilios en  los que fueron decomisadas, y no sólo eso, parece ser, que en algunos casos han invertido más en sus nuevos equipos, que lucen de mayor tamaño y más vistosos para lograr llamar la atención de los niños, que son los que más los acostumbran.

Por lo que es evidente que omitieron las recomendaciones de la Dirección de Inspección y Reglamentos, o en su defecto, la versión que declaró uno de los locatarios que indica, “Ya no hay problema con las maquinas, los que las traen nos dijeron que ya se arreglaron con el Ayuntamiento”, aseguró nuestro entrevistado.

Hace apenas dos semanas, el Presidente Municipal, Ismael Del Toro, indicó que los operativos para detener la proliferación de estos equipos serían permanentes y se llevarían a cabo, “Hasta que no exista ninguna operando en el Municipio”.

Por su parte, el Regidor panista Andrés Zermeño, promueve una iniciativa para modificar algunos artículos del Reglamento de Mercados y así poder regular la venta de piratería y exhibición de máquinas de azar.

Las tiendas que exhiben estás tragamonedas tipo casino, están incurriendo en una violación al permiso de comercio con el que cuentan, pues la licencia para venta de abarrotes se limita a la comercialización de productos, es decir, de la misma manera en que una tienda debe contar con permiso para venta de alcohol, ocurre lo mismo con las que operan este tipo de máquinas para las cuales no existe permiso, ya que de no contar con este, puede ser multada o clausurada.

Este problema se ha detonado en todo el País y Tlajomulco no es excepción, pero el Municipio, como muchos otros de la Nación, no encuentra la fórmula para poder combatir  la situación, incluso, son los mismosfuncionarios públicos quienes resultan señalados por solapar su incremento.