miércoles, 13 de febrero de 2013

Una apariencia desagradable


No hay una etapa del fraccionamiento en la que no existan baches, el grafiti se encarga de presentar una vista multicolor en medio de hierba que visiblemente no ha sido podada en mucho tiempo.

La gente camina entre áreas verdes cubiertas de basura o donde el pasto es el gran ausente, se trata de Chulavista, el fraccionamiento cuyo nombre se aleja de la realidad, uno de los conjuntos habitacionales de mayor índice delictivo en el municipio, con un gran número de casas abandonadas y donde aquello que llaman tejido social, se encuentra lacerado.

Bendito Balón, el ITESO y otras instituciones y asociaciones, han puesto sus ojos en este fraccionamiento y llevan a cabo proyectos que tienen por objeto colaborar a mejorar las condiciones y la calidad de vida del lugar.

Por Víctor Hugo Ornelas


Sin embargo, para algunos habitantes, hay situaciones apremiantes, “Que arreglen las calles, no se puede pasar tranquilo por ellas”, señaló uno de los vecinos de la etapa cinco, mientras que una mujer entrevistada en la etapa tres, señaló las condiciones de las casas abandonadas como una de las situaciones que más afectan esta localidad.

En Chulavista hay espacios que no son aprovechados, pues a pesar de contar con juegos infantiles y bancas, la cantidad de basura y la maleza que los invaden, los convierten es espacios que no cumplen su función.

En 2012, el ayuntamiento llevó a cabo la limpieza del canal que corre sobre la calle Río de Janeiro, mismo que hasta 2011 transportaba aguas residuales y representaba una de las principales quejas de la zona, ahora, dicho canal se ha convertido en un depósito de basura de más de un kilometro de largo.

Las condiciones del fraccionamiento obedecen a la desatención de las autoridades y la aportación vecinal para su deterioro, pues la basura no ha llegado sola a los jardines y canales, mientras que los baches y falta de alumbrado público entre otras, son situaciones que el Gobierno Municipal no ha logrado solventar.

Vivir en Chulavista es cargar una etiqueta a nivel estatal, pues la fama que ha conseguido el fraccionamiento lo precede, tanto en la zona metropolitana como en algunas otras regiones del Estado, presentando una imagen que a seis años de su construcción ni autoridades ni habitantes han sabido cambiar.

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