martes, 14 de febrero de 2012

Reglamentan la participación ciudadana


Crean consejo ciudadano a modo de funcionarios 


A través de un “Reglamento” que consta de 42 artículos, el ayuntamiento de Tlajomulco estableció la creación de un “Consejo Consultivo Ciudadano”, sus atribuciones y la intervención ciudadana dentro del gobierno municipal. Este reglamento, propuesto desde abril del 2011, fue aprobado en la pasada sesión de cabildo.

Por Víctor Hugo Ornelas

En el reglamento se establecen las bases para la conformación del ya citado consejo, que dentro de sus facultades, tendrá el fomentar la participación ciudadana, dar seguimiento a la vida asociativa vecinal, promover la iniciativa ciudadana y fungir como comité de vigilancia para revisar, supervisar y evaluar, los procesos de licitación y asignación de obra pública, entre otras. Mismo que será conformado por siete ciudadanos y para fomentar la equidad de género, solamente podrá haber un máximo de cuatro miembros de un mismo sexo.


Como requisito básico para formar parte de él, la persona interesada tendrá que ser mexicana y residir en el Municipio, al menos los últimos cinco años, no ser servidor público, no haber participado en algún cargo directivo de un partido político o como candidato de elección popular.

Los integrantes del consejo ostentarán los cargos de presidente, secretario y consejeros, éstos, serán elegidos por el pleno del ayuntamiento, luego de un proceso de selección al azar, de entre los ciudadanos que hayan participado en una convocatoria para tal fin. Además, se incorporará también, un secretario técnico, mismo que será designado por el presidente municipal y tendrá una función exclusivamente de derecho de voz dentro del consejo, es decir, no podrá intervenir en las decisiones que se tomen.

Arma de dos filos

La creación de este consejo podría convertirse en una importante herramienta de la democracia, siempre y cuando tenga un manejo correcto. Por otro lado, se corre el riesgo de que pueda ser manipulado y politizado, como ha ocurrido con las mesas vecinales en los fraccionamientos.

Y es que los cargos en este consejo son honoríficos, no cuentan con ningún tipo de retribución, pero sí con una exigencia de tiempo, compromiso y responsabilidad hacia sus integrantes, algo similar a lo que ocurre con los presidentes de colonos, ya que en ellos es depositada por los vecinos, la responsabilidad de un deficiente funcionamiento del gobierno en la comunidad que representan las reclamaciones y conflictos, como algo adicional, terminan por ser asediados por políticos que les piden el apoyo como supuestos líderes vecinales.

El consejo también podría prestarse para ser utilizado como trampolín político, porque los procesos de selección de los consejeros no garantizan que los integrantes sean personas completamente excluidas de los intereses de algún grupo o partido, por lo que se tendrá que tener especial cuidado en el desempeño del consejo, ya que probablemente pocos la puedan realizar sin ningún tipo de beneficio más que el de servir a su comunidad.

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