domingo, 22 de julio de 2012

Como zona de desastre


La colonia El Ahuertero sugre de grave deterioro por lluvias y malas obras


En Tlajomulco Cabecera, específicamente por la calle Flaviano Ramos, hacia el norte, se puede observar un drástico cambio de panorama en comparación con su tramo más céntrico, ya que este sí está urbanizado y bien construido, pero a sólo cuatro cuadras se pierde el “glamour”.

La colonia el Ahuertero, también conocida como el Zapote, es una de las zonas en las que los servicios han llegado poco a poco, pero es la temporada de lluvias la que siempre preocupa a sus habitantes, debido al gran daño que sufren sus calles de terracería.

Actualmente se puede observar esta vía principal en pésimas condiciones, tanto por las lluvias como por las obras de conexión del macrotanque de agua que se realizaron hace algunos meses, en las que las tuberías que alimentan al contenedor fueron instaladas a un extremo de la calle, pero después de su colocación, la zona no fue compactada adecuadamente, lo que propició que el deslave fuera más acelerado.

En Por Ángel Barajas

la esquina con la calle Nogal, se puede observar la zona más profunda de una zanja, que llega a los 70 centímetros y donde se alcanzan a ver algunos tramos de la tubería. Al otro lado de la calle, donde debería estar la banqueta, se puede observar gran acumulación de tierra, que según los vecinos, es parte de la que fue extraída de la excavación, pero que al “finalizar” los trabajos no toda se devolvió, dejando el resto en la zona de la banqueta.

“Hace como quince días se cayó el de la basura a la zanja, se quedó ladeado y tuvieron que hablarle al de la máquina, ya no suben hasta acá, ya nada más llegan a la esquina y acarrean la basura”, nos contó la señora Blanca, que al ser comerciante también ha tenido contratiempos con los camiones refresqueros, debido al mal estado de la calle, que es un peligro latente.

También está el caso de Horacio, que al ir saliendo de su cochera con un camión “rabón”, se hundió en la calle, literalmente. Comenta que esto fue al principio de la época de lluvias y al parecer, la tierra se había reblandecido en la zona de la tubería y al pasar con el vehículo, el suelo sucumbió al peso. Tuvieron que acudir a una retroexcavadora para poder sacar el vehículo, pues las dos llantas delanteras ya no se alcanzaban a ver.

Sumadas a las pésimas condiciones de la calle, se pueden encontrar varias mangueras del suministro de agua descubiertas, de las cuales, muchas presentan fugas, porque los autos pasan por encima y esto provoca que el terreno esté constantemente blando. Esto ocasiona que los vehículos tengan que hacer un mayor esfuerzo al transitar por el sitio, incluso, cuando está lloviendo se vuelve prácticamente imposible.

Debido a que la calle Flaviano Ramos es uno de los bajantes de los cerros, toda el agua que es captada, así como los residuos que son arrastrados por toda la zona, desembocan en la calle Abasolo, lugar en el que ya es normal la acumulación de lodo, piedras, ladillos, entre otros materiales, además de los taponamientos de las alcantarillas.

Según nos comentaros los habitantes, hace poco más de tres semanas, una cuadrilla del ayuntamiento acudió al lugar para hacer algunos arreglos en la zona, intervención que no obtuvo los resultados esperados, por lo que se espera que en los próximos días se ejecute un nuevo plan emergente para corregir los desperfectos que han afectado notablemente a los habitantes de esta parte de la calle Flaviano Ramos.

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