martes, 21 de agosto de 2012

Crisis alimentaria, un problema global


En Tlajomulco existen 13 centros distribuidores del Banco Diocesano de Alimentos

La crisis alimentaria se agudiza en todo el planeta, pues ya somos 7 mil millones de seres humanos, la mayor cifra de población de la historia de la humanidad y el actual modelo de abasto alimenticio, ha dejado a mil 200 millones de personas en los cinco continentes, viviendo en pobreza alimenticia.

Los números de la vergüenza

En diciembre del 2011, la humanidad alcanzó la cifra de 7 mil millones de personas, de estas, la mayoría se ubican en tres continentes: Asia, América y Europa, en dicho orden, según dio a conocer la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –UNESCO-, de las cuales en el 2010 más de mil 100 millones viven en pobreza alimenticia, según indican los números del Banco Mundial, y tan sólo en ese año, se sumaron a la lista 44 millones más, en todo el mundo.

El Banco Mundial, estima que actualmente existen 900 millones de seres humanos en situación de hambruna en el mundo, principalmente en regiones de África, Asia y Latinoamérica. Es decir, uno de cada 7 habitantes del planeta no tiene qué comer.

Por Aarón Estrada

En nuestro País se estima que forman parte de dichas cifras, alrededor de 19 millones de personas, muchas de las cuales habitan en zonas rurales marginales, así como en la periferia de las grandes ciudades, según indican cifras de la Asociación Mexicana de Banco de Alimentos, conocida por sus siglas como AMBA.

En cuanto a Jalisco, según datos del Consejo Nacional de Evaluación -CONAVEL-, más de un millón 627 mil jaliscienses atraviesan por este problema alimenticio, un aumento de 400 mil, en dos años, de 2008 a 2010. Aunado a estas cifras, se estima que en todo México se desperdician al día, alrededor de 17 mil toneladas de alimentos en buen estado.

Banco diocesano de alimentos en tlajomulco

Es debido a la grave crisis alimenticia, que en la última década se comenzó a incrementar la creación de Bancos de Alimentos en muchas entidades de nuestro País, así como la amplitud de cobertura de los ya existentes, como es el caso del Banco Diocesano de Alimentos –BDA- perteneciente a la Arquidiócesis de Guadalajara y miembro de la AMBA, desde hace más de 20 años.

En Tlajomulco de Zúñiga, hace aproximadamente una década, se conformó lo que se denomina comunidad de Banco de Alimentos en San Sebastián el Grande, donde se atendió en un inicio a más de 80 familias. Desde entonces y hasta el corte de caja del 2011, más de mil 514 familias en 13 poblaciones del Municipio, reciben una despensa que consta de dos cubetas –con capacidad para 19 litros, así como una arpilla –de 50 kilos-, una despensa cada quince días, cuyo costo sólo equivale al 10 % del precio total del producto en el mercado.

De estas comunidades del BDA cuatro de ella están en la delegación de San Sebastián el Grande, así como en San Agustín, Santa Cruz del Valle, San Juan Evangelista, Jardines de La Calera, Cajititlán, La Nueva Aurora, La Noria, Lomas de Tejeda y Chulavista, en estas últimas tres, hace un par de semanas cumplieron apenas un año.

En las 13 comunidades el año pasado se entregaron en especie, alrededor de 832 toneladas de alimentos, provenientes de la bodega central del BDA con sede en el Municipio de Guadalajara.

Comunidades de bda

En Lomas de Tejeda, la entrega se realiza cada quince días, existe un padrón previo con 150 familias beneficiadas, tres voluntarias comenzaron con este proyecto desde hace un año. “Nos costó mucho esfuerzo, se piden papeles para saber si la región es propicia para el apoyo, después el estudios socioeconómico a las familias, posteriormente se busca un lugar dónde recibir y seleccionar los alimentos”, comentó Irene Villagrana, mientras esperaba con un grupo de mujeres voluntarias, el arribo del camión de 3 toneladas que traslada los alimentos.

Una vez que llega el camión, comienza la descarga de legumbres, verduras, enlatados, embutidos, lácteos, filete de pescado, maíz, arroz, tortillas del día, incluso hasta paletas de hielo. Posteriormente, las voluntarias, con ayuda de sus niños, comienzan a colocar proporcionalmente cada uno de los alimentos. Los enlatados y lácteos, van en las cubetas, el resto en las arpillas. Todo este proceso comienza desde el mediodía del segundo sábado de cada mes, en el que alrededor de las 17 horas, comienzan a llegar los beneficiados, que con lista en mano, reciben las cubetas y arpillas.

“Cada vez vemos más problemas, es lamentable el problema de la comida, nosotros hacemos esto por ganas de servir y los mismos beneficiarios son los que nos ayudan”, comentó Lourdes Rodríguez, quien ordena cada uno de los productos y desecha algunos que se dañan durante el trayecto.

La crisis alimentaria va en aumento, prueba de ello es la cantidad de personas que se ven beneficiadas por parte de Bancos de Alimentos como el Diocesano, con presencia en Tlajomulco de Zúñiga, pero el problema se puede agudizar, de no tomarse de frente a nivel global, nacional, estatal y municipal.


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