miércoles, 29 de agosto de 2012

Fallas en Circuito Sur

A pesar de los constantes arreglos, lo importante queda de lado


La Carretera a San Miguel es una de las carreteras más transitadas dentro del Municipio, ya que forma parte del Circuito Sur y conecta a la ribera de Cajititlán con la Cabecera Municipal, así como con el corredor López Mateos.

Esto provoca que los desperfectos y las obras para solucionarlos sean constantes, pero normalmente, muchos de estos se desprenden de la que debería ser la solución. Como ejemplo la situación de los topes y vibradores que se encuentran ubicados entre la Cabecera y San Miguel.

Primero, cuando se hizo una obra de reencarpetamiento a principios de año, se renovó un carril por sentido a la vez, y los topes que por ahí se encontraban fueron seccionados, con la finalidad de que mientras se terminaba una parte, fuera posible circular por el otro carril; también se tenía planeado que al finalizar las nuevas secciones, los topes serían completados o sustituidos, según fuera el caso.

Por Ángel Barajas

Sí se terminó el reencarpetamiento, pero no el arreglo de los topes seccionados, por lo que algunos carriles cuentan con tope y otros no. Aquí es donde se genera el conflicto, ya que los conductores que son asiduos a transitar por esta vía optan por tomar el espacio sin tope, sin importar tener que rebasar, acelerar o el riesgo de colisión con otros vehículos. Esto se puede observar en varios topes de la carretera, sobre todo, a la altura de la embotelladora de agua, al entronque de Prolongación Higuera y antes de uno de los fraccionamientos de la zona.

“Iba el otro día en la moto y le bajé a la velocidad casi para llegar el tope, pero antes me rebasó un carro, luego una moto y otro casi me pega pero no alcanzó y se frenó, ya después vi que por el carril que iba no había tope y todos querían pasar por ahí”, comentó Gabriel, un motociclista de la Cabecera Municipal.

Esta situación empeoró hace casi dos meses, ya que a la vía se le agregaron topes vibradores en dos puntos, frente al Instituto Tecnológico de Tlajomulco, a la entrada del fraccionamiento La Providencia y en varios puntos de la carretera a San Miguel Cuyutlán. “Cada que paso por ahí casi me tengo que parar, porque si paso aunque sea poquito recio, el carro me empieza a sonar de todo”, expresó Gilberto, vecino de Cuexcomatitlán.

Vuelta peligrosa

Sumado a esto, en la bifurcación de esta carretera a cada lado de la laguna existe otro “detalle”, ya que en la orilla de la carpeta asfáltica en la zona hacia San Lucas y San Juan, existen un par de charcos de gran tamaño.

Una de las razones es que, que debido a la corriente del agua que baja de la calle Iturbide de esta delegación, el deslave de la orilla del camino es más acelerado de lo normal; a esto se le añade que la zona está constantemente húmeda y debido a que es usada como estacionamiento de vehículos y camiones de pasajeros, hacen que el desgaste sea más rápido.

“Ya van algunos en bici que se caen, ayer uno en moto le alcanzó a dar el sacón, pero ya son varios, y hasta carros se han quedado ahí, (…) Y lo malo no es cuando llueve que está bajando el agua, aquí llega la gente a refugiarse, pero cuando se tienen que ir en camión o cuando acabó de llover, de todos modos se tienen que meter a los charcos”, comentó un comerciante de la localidad.

Debido a que el proyecto de Circuito Sur pertenece al gobierno del Estado, es a quien corresponde realizar los arreglos pertinentes, aunque también es injerencia municipal realizar las gestiones necesarias para arreglar y agilizar este tipo de desperfectos.

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