sábado, 11 de agosto de 2012

Los resultados están por verse

Aunque ha sido un comienzo prometedor, el nuevo director de mercados
tiene una tarea complicada


Mide más de 1.85 de altura, su complexión es bastante robusta y aunque su trato es amable, la realidad es que tiene cara de pocos amigos, a eso habrá que sumarle que su voz es muy similar a la del personaje de una película mexicana que habla sobre narcotráfico, de ahí viene su apodo, “El Cochiloco”, ese es Gerardo Gómez López, nuevo director de mercados, a quien decidimos hacer marca personal durante una jornada laboral.

Aunque no gusta de levantarse temprano, con su nuevo cargo no le queda de otra, a las cinco de la mañana el hombre ya tiene que estar en pie y supervisando las actividades de sus subordinados, un equipo que cabe señalar es sumamente diverso, en sus filas hay una ex policía, un antiguo inspector de reglamentos y hasta quien durante algún tiempo, según se rumoró, era aviador.

La dirección de mercados presume ser de las más conflictivas, hay muchos intereses en su entorno y aunque no parezca, es una de las más politizadas, porque se acostumbra manipular a los comerciantes para que apoyen a ciertos partidos a cambio de un lugar en algún tianguis, también se sabe que se venden y rentan espacios como si habláramos de terrenos particulares y no de la vía pública, entre otras cosas.

Por Víctor Hugo Ornelas

En su primera semana, Gerardo Gómez se mostró firme, se apegó al reglamento y lo utilizó como argumento para justificar el por qué sí y por qué no de las decisiones, se confrontó con algunos líderes tianguistas que terminaron por sucumbir a esa personalidad que impone, al grado de resultar intimidatoria.

En su primera semana de trabajo, rechazó un soborno de 35 mil pesos, y aunque asegura que fue por rectitud y honestidad, nunca sabremos si tuvo que ver el hecho de que estuviéramos presentes.

Gerardo camina por los pasillos de los tianguis presumiendo lo que ha cambiado, al menos ha logrado poner un orden en la organización y comienza a combatir el cacicazgo interno que se hacía presente a través de quienes como servidores públicos controlan los espacios en los tianguis, principalmente.

A siete semanas para que concluya la actual administración, la regularización del comercio informal apenas va comenzando, según su titular será tiempo suficiente para lograr un cambio total, por lo pronto se jacta de limpiar la zona del hospital del IMSS y asume que en unas semanas, la mayor parte de los comerciantes estarán empadronados.

Su forma de trabajar ha sido bien recibida por algunos y muy criticada por otros, a una semana de haber iniciado sería complicado hacer una evaluación, por lo que habrá que esperar a que se entreguen cuentas y lo que es más importante, que si el proyecto que propone funciona, la próxima administración le dé seguimiento, y si fracasa, que el próximo gobierno no se aferre y lo solape como con otros directores ha sucedido.

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