lunes, 11 de febrero de 2013

La discriminación inicia en las aulas


Tiene 6 años, apenas llegó a vivir a México, el lugar que decidieron sus papás para radicar por un tiempo se llama Tlajomulco de Zúñiga. El niño goza de tener doble nacionalidad, mexicano por parte de su padre y la de un país asiático por nacimiento, de donde también es originaria su madre.

Lo que para un menor de esa edad representa un beneficio hablar más de dos lenguas, tener doble cultura y una identidad, para este pequeño -de quien omitimos su nombre por respeto a su integridad- ha resultado ser su peor perjuicio en la escuela primaria donde llegó para cursar su primer grado en la Cabecera Municipal.

Por Aarón Estrada


Su padre asegura que fue en octubre del año pasado cuando se percató de las agresiones físicas que su hijo había recibido, al parecer por parte de otros alumnos de mayor grado, “Iba por mi hijo a la escuela, cuando de repente me avisan que lo habían golpeado, inmediatamente acudí a hablar con el director para ver qué pasaba y me dijo que tomaría cartas en el asunto”, declaró.

Posterior a este llamamiento que el padre de familia le hiciera al director, asegura que al parecer, “El director no hizo caso, porque ya estaba por retirarse y en su lugar dejaron a la que era su secretaria como responsable de la dirección”.

En otra ocasión fue por su hijo a la escuela y al ingresar a la zona de las aulas, observó que entre varios alumnos estaban agrediendo físicamente a otro niño de menor edad a los atacantes y al preguntarle a la directora el por qué de esa agresión, el entrevistado aseguró que la encargada del plantel le contestó, “Usted no tiene por qué meterse, no es su asunto”.

Posterior a esa observación, los padres de este menor, enumeran que han sido tres ocasiones en las que han recibido a su hijo golpeado, “El niño por temor a que yo haga algo, no me dice quién lo agrede, por temor a que yo acuda a la escuela nuevamente”, pero el pequeño recurre a su madre, quien en su lengua de origen le cuenta las agresiones que sufre.

“Primero un niño lo golpeó en la cabeza con una pelota, no nos dijo por temor; la segunda ocasión me dijo mi hijo que la maestra alcanzó a ver que lo golpearon y además le quitaron el lonche y posteriormente, a los tres días se presentó otra agresión”.

Ante estos actos tan recurrentes, los padres tomaron la decisión de llevar a su hijo a Servicios Médicos Municipales para que se levantara un dictamen médico de las lesiones que presentó, principalmente en su rostro, con mayor a 15 días de curación, según se lee en el acta.

El papá del niño decidió plantear el problema al inspector de la zona escolar correspondiente a la escuela, eso fue el 23 de enero, después se entrevistó nuevamente con el inspector, quien le aseguró que sí visitó a la directora de la primaria, pero, “Me dio a entender que le creía más a ella que a mí”.

Por lo que acudieron a hablar con la directora en una tercera ocasión, que según lo señalado por el padre del menor, le dijo de manera tajante, “Si su hijo es el único niño agredido aquí, pues mejor busque otra escuela”.

El caso es conocido por el propio inspector de la zona escolar y el director de educación municipal, personajes que asegura el papá del niño agredido, “A más de un mes, no han hecho nada al respecto”.

Este caso de bullying, al parecer propiciado por discriminación racial, ha generado un cambio de actitudes en el menor dentro de su familia, el padre refiere, “Ahora mi hijo a comenzado a golpear a sus hermanitos, una actitud que no tenía, además su lenguaje ha cambiado bastante, lo noto más agresivo”.

En espera ley antidiscriminación

Pese a casos como este, que apuntan a ser considerados de discriminación racial, el Estado de Jalisco aún no cuenta con una ley para que haga frente, prevenga y castigue actos discriminatorios, por el momento, en el Congreso del Estado sólo se analiza una iniciativa para reformar el Código Penal del Estado de Jalisco para establecer la discriminación como un delito, mientras que en 22 entidades de la República ya cuentan con una normatividad específica.

En esta reforma se proponen sanciones, “De seis meses a tres años de prisión o de treinta a ciento cincuenta días de trabajo a favor de la comunidad y multa de hasta cien días de salario al que por razones por origen, edad, sexo, embarazo, estado civil, raza, nacionalidad, idioma, religión, ideología, orientación sexual, condición social o económica, estado de salud, profesión, trabajo, discapacidad o cualquier otra característica física, implique un acto de discriminación”, pero la iniciativa aún se encuentra en estudio de las comisiones correspondientes, a merced de los diputados locales.

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